En plena guerra contra Hamás, la coalición de Benjamin Netanyahu pierde apoyos importantes en la política. El partido judío ultraortodoxo Shas anunció el miércoles su dimisión del gobierno dado el fracaso en aprobar una ley que exima a su comunidad del servicio militar, aunque no rompió formalmente con la coalición. La decisión llega tras la salida del otro bloque ultraortodoxo, que dejó a la alianza sin mayoría parlamentaria.
Miembros del partido ultraortodoxo judío Shas, que forman parte del gobierno israelí, anunciaron el miércoles su dimisión en protesta porque la coalición en el poder no logró aprobar una ley que exima del servicio militar a su comunidad.
Sin embargo, el partido no llegó a retirar su apoyo a la coalición en el parlamento y no respaldará una moción de censura para derrocar al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu.
La decisión se produjo tan solo dos días después de que el otro partido ultraortodoxo de la legislatura israelí, Judaísmo Unido de la Torá, abandonara tanto el gobierno como la coalición por no haber conseguido las exenciones prometidas desde hace tiempo.
El reclutamiento de judíos ultraortodoxos es un tema muy polémico para la sociedad israelí, gran parte de la cual está obligada a servir en el ejército.
Los debates sobre la reforma de la ley de reclutamiento se han intensificado en los últimos meses, lo que ha generado tensión en la coalición gobernante formada en diciembre de 2022 como una alianza entre el partido derechista Likud de Netanyahu, partidos de extrema derecha y los ultraortodoxos.
La salida del Judaísmo Unido de la Torá a principios de esta semana ha despojado a la coalición de su mayoría parlamentaria, lo que podría paralizar la legislación.
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Si el Shas siguiera el ejemplo y abandonara la coalición, Netanyahu permanecería con un frágil gobierno minoritario respaldado por tan solo 49 de los 120 legisladores.
El líder de la oposición, Yair Lapid, instó a Netanyahu a convocar elecciones anticipadas, incluso con Israel envuelto en una guerra contra el grupo militante palestino Hamás en la Franja de Gaza.
"Un gobierno minoritario no puede enviar soldados al campo de batalla… No es un gobierno legítimo… Ha llegado el momento de las elecciones, ahora", declaró Lapid en un comunicado en video el miércoles.
En virtud de un acuerdo que data de la fundación de Israel en 1948, los ultraortodoxos han quedado exentos del servicio militar siempre que se dediquen a estudios religiosos.
Los partidos ultraortodoxos han luchado durante mucho tiempo para mantener este acuerdo, argumentando que el estudio religioso de tiempo completo es un servicio a la nación.
Sin embargo, el apoyo público a las exenciones ha disminuido, sobre todo porque el ejército se enfrenta a una escasez de personal tras más de 21 meses de guerra en Gaza.
Uno de los ministros salientes del Shas, Michael Malchieli, declaró el miércoles que los esfuerzos para reclutar a hombres ultraortodoxos equivalían a "persecución".
Con AFP
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