El movimiento hutí en Yemen informó que su jefe de gobierno, Ahmed Ghaleb al-Rahwi, murió el jueves 28 de agosto en un ataque aéreo atribuido al Ejército israelí, el cual indicó haber atacado una “posición militar” en la capital yemení.
Es la primera gran pérdida reconocida por los hutíes de Yemen desde que decidieron abrir un frente directo contra Israel, presentando sus operaciones como un gesto de apoyo a los palestinos de Gaza.
El movimiento rebelde anunció en un comunicado que su jefe de gobierno, Ahmed Ghaleb al-Rahwi, falleció junto a varios altos funcionarios en un ataque aéreo israelí contra Saná el jueves 28 de agosto. Según el comunicado, Al-Rahwi, quien ejercía como primer ministro en las zonas del país controladas por los hutíes, fue alcanzado junto con otros miembros de su gabinete mientras participaban en un taller.
En la declaración difundida por su agencia de prensa y retransmitida por el canal Al-Massirah, los hutíes afirmaron: “Anunciamos el martirio del combatiente Ahmed Ghaleb al-Rahwi, jefe del gobierno, junto con varios de sus ministros, en la agresión perpetrada por el enemigo israelí mientras se encontraban reunidos en la capital”.
La ofensiva sobre Saná se inscribe en un contexto de creciente tensión en la región, en plena guerra de Israel en Gaza.
Ese mismo día, el ejército israelí informó haber “atacado con precisión un objetivo militar del régimen terrorista hutí en la zona de Saná”, señalando que entre los blancos figuraban el palacio presidencial y un depósito de combustible. En su comunicado, acusó a los rebeldes de “poner en riesgo la estabilidad regional y amenazar la libertad de navegación mundial”.
Los hutíes anunciaron el nombramiento de Mohammed Ahmad Mouftah como “primer ministro interino” en sustitución de Al-Rahwi, quien había asumido el cargo en agosto de 2024.
Una alianza regional y un frente marítimo
Los hutíes dominan amplias zonas de Yemen, un país sumido en guerra civil desde 2014, y forman parte de una alianza respaldada por Irán que incluye al Hezbolá libanés y al movimiento palestino Hamás.
Desde noviembre de 2023 han realizado más de un centenar de ataques contra buques mercantes en el mar Rojo y el golfo de Adén, asegurando que escogen sus objetivos por sus vínculos con Israel y en solidaridad con los palestinos de Gaza. Han reiterado que solo pondrán fin a estas acciones cuando la guerra concluya.
En mayo llegaron a un acuerdo de tregua con Estados Unidos que puso fin a meses de bombardeos norteamericanos en Yemen, a cambio de suspender sus ataques a la navegación en una de las rutas más estratégicas para el comercio mundial. Sin embargo, en julio reanudaron las operaciones, alegando que lo hacían de nuevo “en solidaridad con Gaza”, porque las matanzas allí continúan.
Además de las ofensivas contra embarcaciones, los hutíes lanzan de manera habitual misiles y drones hacia Israel, aunque la mayoría son interceptados.
El ejército israelí ha respondido con bombardeos de represalia sobre Yemen, dirigidos contra infraestructuras bajo control rebelde, incluidos puertos en la costa oeste y el aeropuerto de Saná.
“Quien nos ataca, lo atacamos. Quien planea atacarnos, también lo atacamos. Creo que toda la región empieza a conocer la fuerza y la determinación del Estado de Israel”, declaró el primer ministro Benjamín Netanyahu el miércoles, tras una nueva oleada de misiles lanzados contra territorio israelí.
La guerra en Yemen, que enfrenta desde hace más de once años al ejército regular apoyado por Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos con los rebeldes hutíes, ha dejado cientos de miles de muertos y ha sumido al país más pobre de la península arábiga en una de las crisis humanitarias más graves del planeta.
Reuters, AP y medios locales
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