La controvertida Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) dejará de operar en la Franja de Gaza, una buena noticia tanto para las organizaciones humanitarias internacionales como los habitantes del enclave.

Este lunes 24 de noviembre, John Acree, director ejecutivo de la GHF anunció acabar con sus actividades.

“Desde el principio, el objetivo de GHF era satisfacer una necesidad urgente, demostrar que un nuevo enfoque podía tener éxito donde otros habían fracasado y, en última instancia, trasladar ese éxito a la comunidad internacional en general”, declaró en un comunicado a pesar de las numerosas criticas en su contra. 

La GHF empezó sus operaciones en mayo, con el objetivo declarado de poner orden en la distribución de ayuda humanitaria, en medio de riesgos de hambruna en el enclave palestino.

“Como resultado, estamos finalizando nuestras operaciones, ya que hemos cumplido nuestra misión de demostrar que existe una mejor manera de entregar ayuda a los gazatíes”, también explicó John Acree en el comunicado, a pesar de que los palestinos seguían muriendo de hambre mientras operaba. 

La organización ya había suspendido sus actividades tras el inicio del alto el fuego del 10 de octubre en Gaza, pero había advertido que esta suspensión sería temporal.

Numerosos escándalos

Si bien la GHF se felicitó este lunes de haber logrado distribuir “187 millones de comidas gratuitas directamente a la población civil de Gaza en menos de cuatro meses y medio”, se declaró la hambruna en varias partes de Gaza unos meses después del inicio de su actividad, en agosto.

En X, la GHF también afirmó haber distribuido ayuda alimentaria “de manera segura, eficiente y sin un solo caso de saqueo o desvío”. Sin embargo, esta organización fue criticada repetidamente por parte de la población y de organizaciones internacionales como la ONU por el peligro que representaba para la población civil de Gaza.

Desde que empezó a operar en el enclave, se reportaron al menos 800 asesinos de palestinos que intentaban llegar a los centros de distribución para recibir cajas de alimentos, algo reportado, entre otras organización, por la ONU.

“Las fuerzas israelíes y los contratistas militares extranjeros continúan disparando indiscriminadamente contra las personas que buscan ayuda en los denominados “centros de distribución” gestionados por la GHF”, publicó la ONU en agosto.  

Por otra parte, la mayoría de los centros de la GHF estaban ubicados en el sur del enclave, obligando los palestinos a viajar para recibir ayuda humanitaria. Varias organizaciones acusaron a la GHF de intentar desplazar definitivamente a los palestinos al sur del enclave.

La GHF “es un ejemplo totalmente inquietante de cómo la ayuda humanitaria puede ser utilizada para fines militares y geopolíticos encubiertos (…) La implicación de los servicios de inteligencia israelíes, contratistas estadounidenses y entidades no gubernamentales ambiguas subraya la urgente necesidad de una supervisión internacional sólida y de medidas bajo los auspicios de las Naciones Unidas”, publicó la ONU en el mismo informe.

¿Quién distribuirá ayuda humanitario al enclave?

La GHF ya había detenido sus actividades cuando se firmó el alto el fuego y organizaciones como la ONU habían vuelto a operar en el enclave. Sin embargo, Israel sigue bloqueando parte de la ayuda humanitaria, impidiendo la entrada de algunos alimentos o equipos y demorando los controles de camiones humanitarios en la frontera.

Según explicó la ONU a inicios de noviembre, alrededor de la mitad de la ayuda necesaria entra al enclave desde el inicio del cese el fuego.

Según el plan de 20 puntos de Trump para el enclave palestino, que fue adoptado oficialmente por el consejo de seguridad de la ONU en noviembre, “la entrada de la distribución y la ayuda en la Franja de Gaza se llevará a cabo sin interferencias de ninguna de las dos partes, a través de las Naciones Unidas y sus organismos, la Media Luna Roja y otras instituciones internacionales que no estén asociadas de ninguna manera con ninguna de las partes”.

Además, el plan preveía la entrada “total e inmediata” de la ayuda humanitaria, así como la “entrada del equipo necesario para retirar los escombros y abrir las carreteras”, algo que no está siendo respetado.

Este lunes, le subsecretario general de la ONU para la Coordinación Especial del Proceso de Paz en Oriente Medio, Ramiz Alakbarov, advirtió al Consejo de Seguridad de que la población sigue afrontando “graves riesgos humanitarios y condiciones de vida insostenibles”.

Numerosas violaciones al cese el fuego

Además de violaciones del acuerdo respecto a la distribución de ayuda humanitaria, Israel y Hamás se han acusado repetidamente de violar el cese el fuego.

Israel acusa a los palestinos de cruzar la línea amarilla que delimita el territorio bajo control israelí del resto del enclave, y se otorga el derecho de disparar a los civiles que sobrepasan esta línea.

Además, acusó a Hamás de llevar a cabo ataques contra soldados israelíes, algo que Hamás niega.

Por su parte, Israel ha matado a más de 300 palestinos en el enclave desde el inicio del cese el fuego, según cifras del ministerio de Sanidad de Gaza. Según UNICEF, “dos niños han muerto cada día durante el frágil alto el fuego”. Los últimos ataques de este lunes dejaron a al menos cuatro muertos en el enclave.

 

Con AFP, Reuters y medios locales

France24

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