Ganador de las elecciones del último domingo, se perfila para ser el próximo canciller de Alemania, en su tercer intento, a los 69 años. Nacido en un pueblo conservador de la zona montañosa del país, tuvo un ascenso meteórico desde su incursión en la política en la década de los 80. Sin embargo, eclipsado por la figura de Angela Merkel tuvo un estancamiento dentro del partido a tal punto de no ocupar nunca un rol gubernamental y de alejarse de la política por una década.
El máximo opcionado para tomar las riendas de la Cancillería alemana es Friedrich Merz, un hombre que ha estado en la plana alta de la CDU, pero que nunca ocupó un rol gubernamental y que en su tercer intento puede saltar al puesto más prestigioso de la política nacional.
Los pasos de Merz en en el seno del partido se dieron ágilmente. Siendo uno de los cuadros políticos predilectos de Wolfgang Schäuble, actor preponderante de Alemania y de la Unión Demócrata Cristiana, se transformó en el líder parlamentario del partido en la década del 2000.
En 11 años pasó de ser un parlamentario europeo –puesto al que llegó en 1989- a ser un referente de su partido en el Bundestag.
Oriundo de Sauerland, una región donde predomina el conservadurismo social y el catolicismo, Metz forjó un perfil conservador y transatlanticista, fuerte en el extremo oeste del país, aunque no tanto en el este.
Sin embargo, pese a su rápida relevancia en el CDU, un posterior estancamiento lo derivó a ser catalogado como un político que ya había dado lo que tenía y que se perfilaba a ser apenas un consultor privado de prestigio, rol que ocupó durante su alejamiento de la política por 12 años.
Bajo la sombra de Angela Merkel
Ante la figura de Angela Merkel había quedado relegado, sin mayores posibilidades de ascender al poder.
Ambos habían ganado terreno en la CDU en el 2002 a raíz de un escándalo de donaciones ilegales que se fagocitó a las figuras del excanciller Helmut Kohl –incluso conllevó el retiro del rótulo de presidente honorario- y a Wolfgang Schäuble, que dio un paso al costado como presidente del partido y de la bancada. Merkel se quedó con el primer cargo y Merz con el segundo, pero diferencias pronunciadas con la canciller lo llevaron a tomar la decisión de abandonar la política temporalmente en 2009.
Luego, fue visto de reojo por los asesores del partido, los cuales le denegaron en 2018 y 2021 la posibilidad de suceder a Merkel al frente de la formación, algo que consiguió en 2022.
Como máxima figura de la CDU alejó al espacio del centrismo dictado por Merkel y lo derivó más a la derecha, aunque prometiendo terminar con el partido ultraderechista Alternativa para Alemania. Sin embargo, esa premisa no se cumplió: el AfD, que estaba en 10% cuando asumió, roza los 20 puntos en la preferencia de la población.
En el rubro discursivo, Merz no se ha caracterizado por ser un político de consensos, sino uno de posiciones fuertes y tajantes. No obstante, es una incógnita cómo manejará la diplomacia interna.
Administrador de empresas
Merz promete restablecer el crecimiento económico del país, la principal potencia económica europea.
Su ideología económica lo ubica como un defensor de las desregulaciones, los recortes a subsidios sociales y las privatizaciones.
El conservador hizo su fortuna trabajando en el sector privado como abogado y consultor. Se desempeñó en consejos de supervisión y administración de múltiples empresas. El cargo más renombrado que ocupó fue el de presidente del consejo de supervisión del fondo de inversión estadounidense BlackRock, entre 2016 y 2020. En 2018 afirmó ante el diario 'Bild' que ganaba un millón de euros anuales.
Este perfil de administrador exitoso fue también un gancho para muchos electores en un momento en que la economía alemana atraviesa una de sus peores crisis desde la reunificación del país.
Ahora, a sus 69 años, Merz se hizo con la victoria en las urnas, con el poder popular para ser el máximo opcionado al puesto de canciller.
Con EFE y Reuters
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