El presidente Ferdinand Marcos Jr. declaró este jueves el estado de calamidad nacional tras el paso del tifón Kalmaegi, que dejó al menos 140 muertos y 127 desaparecidos en Filipinas, inundó ciudades de la provincia de Cebú y provocó flujos de lodo volcánico en la región de Negros. El ciclón tropical avanza ahora hacia Vietnam, donde las autoridades prevén olas de hasta ocho metros.
Es el desastre natural más letal que ha azotado Filipinas en lo que va del 2025. El presidente Ferdinand Marcos Jr. declaró el jueves el estado de calamidad nacional tras el paso del tifón Kalmaegi, que dejó al menos 142 muertos y 127 desaparecidos en las provincias centrales.
La Oficina Nacional de Defensa Civil confirmó el jueves 114 muertes, a las que se suman otras 28 reportadas por las autoridades locales de la provincia.
La mayoría de las muertes fueron causadas por ahogamientos durante inundaciones repentinas, y 127 personas seguían desaparecidas.
El ciclón tropical salió del archipiélago el miércoles rumbo al mar de China Meridional.
El embate del tifón afectó a casi dos millones de personas y desplazó a más de 560.000 habitantes, incluidos casi 450.000 que fueron evacuados a refugios de emergencia, según informó la Oficina de Defensa Civil.
La declaración de “estado de calamidad nacional” hecha por Marcos durante una reunión con funcionarios de respuesta ante desastres para evaluar las consecuencias del tifón, permitirá al gobierno distribuir fondos de emergencia con mayor rapidez y evitar el acaparamiento de alimentos.
Entre las víctimas atribuidas a Kalmaegi se encuentran seis personas que murieron cuando un helicóptero de la Fuerza Aérea filipina se estrelló en la provincia sureña de Agusan del Sur el martes. La tripulación se dirigía a brindar ayuda humanitaria a las provincias afectadas por la tormenta, informó el ejército. No se precisó la causa del accidente.
La misma oficina informó que otras 62 personas estaban desaparecidas en la vecina provincia de Negros. Allí, al menos 30 personas murieron.
Las lluvias torrenciales provocadas por el tifón causaron un flujo de lodo volcánico que sepultó varias casas en la ciudad de Kanlaon, declaró el teniente de policía Stephen Polinar a la AFP el miércoles.
“Las erupciones del volcán Kanlaon habían depositado materiales volcánicos desde el año pasado”, explicó. “Cuando cayó la lluvia, esos depósitos se deslizaron hacia las aldeas”, añadió.
Las autoridades prohibieron el zarpe de ferris y barcos pesqueros debido al aumento de la fuerza del mar, dejando varados a más de 3.500 pasajeros y conductores de camiones de carga en casi 100 puertos, informó la guardia costera. Al menos 186 vuelos nacionales fueron cancelados.
Mientras aún se lidia con el impacto mortal y devastador de Kalmaegi en la región central del país, las autoridades advirtieron que otro ciclón tropical que se forma sobre el Pacífico podría fortalecerse hasta convertirse en un supertifón y golpear el norte de Filipinas a comienzos de la próxima semana.
Cebú, la zona más afectada
Ciudades enteras de la provincia central de Cebú quedaron inundadas, obligando a los residentes a subirse a los techos para escapar de las aguas turbias que arrastraron automóviles, camiones e incluso enormes contenedores de carga.
Según la Oficina de Defensa Civil, al menos 71 personas murieron en Cebú, la mayoría por ahogamiento, mientras que 65 seguían desaparecidas y 69 resultaron herida
“Hicimos todo lo que pudimos frente al tifón, pero ya saben, hay cosas inesperadas como las inundaciones repentinas”, dijo la gobernadora de Cebú, Pamela Baricuatro, a la agencia de prensa AP por teléfono.
Baricuatro señaló que años de excavaciones en canteras que obstruyeron los ríos cercanos, provocando su desbordamiento, y proyectos de control de inundaciones de mala calidad pudieron haber agravado los problemas en la provincia de Cebú, que apenas se estaba recuperando de un terremoto de magnitud 6,9 ocurrido el 30 de septiembre, que dejó al menos 79 muertos y desplazó a miles de personas tras el colapso o daño severo de sus viviendas.
Miles de residentes del norte de Cebú que habían sido desplazados por el terremoto fueron trasladados a refugios más resistentes antes de que golpeara el tifón, señaló Baricuatro. Las localidades del norte devastadas por el sismo fueron en su mayoría libradas de las inundaciones provocadas por Kalmaegi, agregó.
La región de Cebú quedó anegada tras recibir 18,3 centímetros de lluvia en las 24 horas previas a la llegada de Kalmaegi, muy por encima del promedio mensual de 13,1 centímetros, indicó la meteoróloga Charmagne Varilla a la AFP.
Filipinas es azotada cada año por alrededor de 20 tifones y tormentas. El país también sufre frecuentes terremotos y cuenta con más de una docena de volcanes activos, lo que lo convierte en una de las naciones más propensas a desastres naturales del mundo.
Cambio climático
Según los científicos, el cambio climático provocado por la actividad humana está haciendo que los fenómenos meteorológicos extremos sean más frecuentes, más mortales y más destructivos.
El tifón Kalmaegi, que se ha fortalecido, se dirige ahora hacia Vietnam, donde se espera que llegue la noche del jueves y provoque olas de hasta ocho metros, según el servicio meteorológico nacional.
El viceprimer ministro vietnamita Tran Hong Ha advirtió el miércoles que el tifón Kalmaegi es “peligroso y muy anormal”, e instó a las autoridades locales a prepararse.
Con AFP y AP
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