Un documento confidencial revelado por el 'Washington Post' detalla el supuesto proyecto de Donald Trump para la Franja de Gaza: poner el enclave palestino bajo administración estadounidense durante diez años, desplazar a su población y transformar el territorio devastado en un centro turístico y tecnológico. Un plan con todas las características de una limpieza étnica que el presidente estadounidense parece llevar fantaseando desde febrero.

Donald Trump no ha renunciado a su idea de convertir Gaza en la "Riviera de Medio Oriente", aunque ello suponga desplazar a todos sus habitantes. El diario estadounidense  'Washington Post' reveló el domingo 31 de agosto un documento de 38 páginas que circula en la Administración estadounidense y que detalla un plan de reconstrucción del territorio palestino completamente vaciado de su población.

Según este texto, aproximadamente una cuarta parte de los más de dos millones de habitantes de Gaza aceptarían abandonar “voluntariamente” la Franja de Gaza en el momento de la reconstrucción, y el 75% de ellos —es decir, 375.000 personas— nunca volverían. Los que se marcharan recibirían 5.000 dólares en efectivo y una subvención que cubriría cuatro años de alquiler y un año de comida. Los demás serían trasladados a “zonas seguras” dentro del territorio, hasta que se reconstruyera.

A los dueños de tierras se les ofrecerían “fichas digitales” canjeables por un apartamento en una de las nuevas “ciudades inteligentes” prometidas por el proyecto o utilizables para financiar su vida en otro lugar. El plan incluso calcula el costo de la salida: 23.000 dólares ahorrados por habitante, en comparación con el mantenimiento en las zonas seguras.

En este escenario soñado por el presidente estadounidense, Gaza pasaría a estar bajo la tutela de un organismo estadounidense denominado “GREAT Trust” (por “Gaza Reconstitution, Economic Acceleration and Transformation Trust”) durante un período mínimo de diez años, antes de transferir el poder a una entidad palestina “desradicalizada”. Israel conservaría sus prerrogativas en materia de seguridad, con el apoyo de empresas militares privadas “occidentales” y de “ciudadanos de terceros países”, antes de una transición gradual hacia una “policía local”.

Un salto a la ciencia ficción  

Aunque, según una fuente que conoce el expediente, el plan se ultimó en abril, sigue presentándose como “exploratorio” y no vinculante. “Los habitantes de Gaza deben poder construir algo nuevo, como ha dicho el presidente, y tener una vida mejor”, explica esta misma fuente al 'Washington Post'.

También se conoció que el GREAT Trust ha sido desarrollado por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), la organización privada apoyada por Israel y Estados Unidos, oficialmente encargada de la distribución de ayuda alimentaria, pero que es objeto de numerosas críticas. Desde mayo, más de 1.000 palestinos han muerto durante las distribuciones, según la ONU, la mayoría por disparos de soldados israelíes desplegados alrededor de los lugares gestionados por la GHF. Y su misión parece estar fracasando: según la ONU, la hambruna ya está muy extendida en Gaza.

En contraste con esta realidad mortífera, el documento permite dar un salto a la ciencia ficción al imaginar una Franja de Gaza transformada en una vitrina de alta tecnología. Repleto de ilustraciones generadas por inteligencia artificial (IA), el documento describe un territorio compuesto por entre seis y ocho ciudades inteligentes gestionadas por IA, complejos hoteleros, un tramway, centros de datos, fábricas de vehículos eléctricos… e incluso islas artificiales inspiradas por las de Dubái.

Uno de los “megaproyectos” financiados por invearsores incluye la construcción de la autopista “MBS”, bautizada así en honor al príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman, cuya aprobación se considera determinante para la aceptación regional del proyecto. También se construirían un puerto y un aeropuerto en el sur de Gaza, conectados con Egipto, Israel y Arabia Saudita.

Todo ello se presenta como una oportunidad para los inversores: 100.000 millones de dólares de beneficios en diez años, sin que Washington tenga que desembolsar ni un céntimo. Para los promotores del proyecto, Gaza podría convertirse en “un punto de encuentro de una nueva arquitectura abrahámica”.

“Una idea descabellada”

Para sus detractores, se trata de un plan poco realista, comparable a una limpieza étnica. “Es una idea descabellada”, declaró un alto cargo árabe al canal estadounidense 'NBC News¿, según informa Richard Engel, corresponsal de la cadena en Jerusalén.

El profesor Adil Haque, experto en derecho de conflictos armados, recuerda en el 'Washington Post' que impedir a los palestinos regresar a sus hogares o negarles alimentos, alojamiento o atención médica suficientes sigue siendo “ilegal”, independientemente de las compensaciones económicas.

Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump defiende abiertamente este proyecto. “Gaza es un lugar fenomenal, a orillas del mar, con un clima ideal. Todo es perfecto allí. Se pueden hacer cosas maravillosas”, declaró en enero, haciéndose eco de los comentarios realizados en 2024 por su yerno Jared Kushner, quien calificó la ubicación de Gaza a orillas del mar como “muy valiosa”.

Dos semanas más tarde, junto a Benjamin Netanyahu, Donald Trump afirmó que Estados Unidos “tomaría el control de la Franja de Gaza”, prometiendo una “Riviera de Medio Oriente”. El primer ministro israelí se sumó entonces a este proyecto, al igual que parte de la extrema derecha israelí.

Advertencia contra cualquier "limpieza étnica"

Unos días más tarde, Donald Trump difundió en su cuenta de Truth Social un vídeo generado íntegramente por IA que ilustraba su fantasía: tras las imágenes del enclave en ruinas aparecían rascacielos relucientes, playas inmaculadas, yates de lujo, dinero cayendo del cielo y una estatua gigante con su efigie. En su propia red social, el vídeo provocó reacciones de indignación entre sus seguidores: “No me gusta nada. Adoro a nuestro presidente, pero este vídeo es horrible”, se podía leer entre los comentarios.

Al igual que esta reacción, el plan suscitó una ola de indignación en todo el mundo. La ONU expresó su profunda preocupación y alertó sobre un proyecto que podría asimilarse a una “limpieza étnica”. Esta iniciativa también fue ampliamente condenada por numerosos gobiernos occidentales y la casi totalidad de los países árabes.

Al día siguiente de la revelación del documento confidencial por parte del 'Washington Post', Hamás rechazó firmemente el plan, denunciando un proyecto de desplazamiento de la población. En las redes sociales, Bassem Naïm, miembro de la oficina política del grupo palestino, declaró que “Gaza no está en venta”, afirmando que el territorio es “parte integrante de la gran patria palestina”.

También subrayó el “rechazo de Hamás y de nuestro pueblo” al plan, respaldado por otro responsable del movimiento, que declaró de forma anónima que Hamás “rechaza todos los planes que desplazan a nuestro pueblo y mantienen al ocupante en nuestras tierras”.

Por su parte, los habitantes de Gaza expresan diferentes sentimientos, que oscilan entre la desconfianza y la desesperación. Algunos, como Waël Azzam, un desplazado en Khan Younis, se muestran abiertamente escépticos. En declaraciones a la AFP, este sexagenario pregunta con ironía: “¿Aceptaría Trump ser desplazado de su casa y de su ciudad si Rusia se hiciera más fuerte que Estados Unidos?”.

Qassem Habib, que vive en una carpa en la ciudad de Gaza, se suma a estas críticas calificando el plan de “humo”. Para él, la única ayuda real sería presionar a Benjamin Netanyahu para que “detenga la guerra y las matanzas”. Por el contrario, Ahmad al-Akkaoui, otro habitante de la ciudad de Gaza, se dice dispuesto a aceptar cualquier cosa a cambio de la paz. “Si la guerra se detiene y nos trasladan a países europeos para llevar una vida normal, con garantías para reconstruir Gaza, yo apoyo el plan de Trump”, confiesa.

Este artículo fue traducido de su texto original en francés.  

France24

Liberté Égalité Actualité

France 24 son cuatro cadenas mundiales de información continua (en francés, árabe, inglés y español), que emiten las 24/7 (6 horas diarias, para la cadena en español) en 355 millones de hogares en los 5 continentes.

Ver más