Arabia Saudita elevó el tono este martes al advertir que su seguridad nacional es una "línea roja" y respaldar la exigencia de que las fuerzas de Emiratos Árabes Unidos abandonen Yemen en 24 horas, pocas horas después de un ataque aéreo de la coalición liderada por Riad contra el puerto de Mukalla, en el sur del país.
El Consejo de Dirección Presidencial de Yemen pide que todas las fuerzas de Emiratos Árabes Unidos abandonen el país en un plazo de 24 horas.
Además, su presidente, Rashad al-Alimi, anuló un pacto de defensa con Emiratos, según la agencia oficial de noticias, y en su discurso televisado acusó a Abu Dabi de alimentar los conflictos internos en Yemen.somali
"Lamentablemente, se ha confirmado de manera definitiva que Emiratos Árabes Unidos ha presionado al Consejo de Transición del Sur (CTS) y le ha dado instrucciones para socavar la autoridad del Estado y rebelarse contra ella mediante una escalada militar", añadió.
El ministerio de Exteriores emiratí no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
El Consejo de Transición del Sur (CTS), el principal grupo separatista del sur de Yemen, formó parte inicialmente de la coalición liderada por Arabia Saudita desde 2015, creada para combatir a los rebeldes hutíes respaldados por Irán. Con el tiempo, el CTS rompió con el gobierno central y pasó a reclamar autonomía en el sur del país.
En este contexto, Arabia Saudita advirtió al CTS contra cualquier nueva acción militar y exigió la retirada de sus fuerzas de las zonas recientemente ocupadas.
Tras la escalada, las fuerzas yemeníes contrarias a los hutíes, alineadas con el gobierno reconocido internacionalmente, declararon el estado de emergencia e impusieron un cierre de 72 horas de todos los pasos fronterizos, así como de aeropuertos y puertos marítimos en los territorios bajo su control, salvo aquellos autorizados por Arabia Saudita.
Los hutíes, que obligaron al gobierno apoyado por Riad a huir de la capital, Saná, controlan el norte de Yemen.
"Seguiremos impidiendo cualquier apoyo militar de cualquier país a una facción yemení sin coordinación con el gobierno legítimo", añadió la coalición.
Bombardeo saudí al puerto de Mukalla
Arabia Saudita bombardeó el martes la ciudad portuaria yemení de Mukalla por lo que describió como un cargamento de armas destinado a una fuerza separatista local y llegado desde Emiratos Árabes Unidos.
Posteriormente, el reino vinculó directamente a Abu Dabi con los recientes avances de los separatistas en Yemen y advirtió que sus acciones eran "extremadamente peligrosas".
El ataque supone una nueva escalada de las tensiones entre Riad y las fuerzas separatistas del Consejo de Transición del Sur (CTS), respaldadas por Emiratos.
También tensiona aún más las relaciones entre Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, que han apoyado a bandos rivales en la guerra de más de una década en Yemen contra los rebeldes hutíes respaldados por Irán, en un contexto de creciente inestabilidad en la región del mar Rojo.
Un comunicado militar difundido por la agencia estatal Saudi Press Agency (SPA) anunció los ataques y señaló que se produjeron después de la llegada de barcos procedentes de Fujairah, un puerto en la costa oriental de Emiratos Árabes Unidos.
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Según el comunicado, “las tripulaciones de los barcos habían desactivado los sistemas de seguimiento y descargado una gran cantidad de armas y vehículos de combate en apoyo a las fuerzas del Consejo de Transición del Sur”.
"Dado que estas armas constituyen una amenaza inminente y una escalada que pone en riesgo la paz y la estabilidad, la Fuerza Aérea de la coalición llevó a cabo esta mañana un ataque aéreo limitado contra las armas y vehículos militares descargados de las dos embarcaciones en Mukalla", añadió.
No quedó claro de inmediato si hubo víctimas ni si participaron otras fuerzas además de las saudíes. El ejército de Arabia Saudita afirmó que el ataque se realizó durante la noche para garantizar que "no hubiera daños colaterales".
El ataque habría tenido como objetivo un barco identificado por analistas como el Greenland, un buque tipo roll-on/roll-off con bandera de San Cristóbal y Nieves. Datos de seguimiento analizados por AP indican que la nave estuvo en Fujairah el 22 de diciembre y llegó a Mukalla el domingo. El segundo barco no pudo ser identificado de inmediato.
Mohammed al-Basha, experto en Yemen y fundador de la firma de análisis de riesgos Basha Report, citó videos en redes sociales que supuestamente muestran nuevos vehículos blindados circulando por Mukalla tras la llegada del barco. Los propietarios de la nave, con sede en Dubái, no pudieron ser contactados de inmediato.
“Espero una escalada calibrada por ambas partes. Es probable que el Consejo de Transición del Sur, respaldado por Emiratos, responda consolidando su control”, dijo al-Basha. “Al mismo tiempo, el flujo de armas desde Emiratos hacia el CTS probablemente se reduzca tras el ataque al puerto, especialmente porque Arabia Saudita controla el espacio aéreo”.
Imágenes difundidas posteriormente por la televisión estatal saudí, aparentemente filmadas desde una aeronave de vigilancia, mostraban vehículos blindados desplazándose por Mukalla hacia una zona de concentración. El tipo de vehículos coincidía con el observado en los videos de redes sociales.
Mukalla se encuentra en la gobernación yemení de Hadramaut, que el Consejo había tomado en los últimos días. La ciudad portuaria está a unos 480 kilómetros al noreste de Adén, que ha sido el centro del poder de las fuerzas contrarias a los hutíes desde que estos tomaron la capital, Saná, en 2014.
El ataque en Mukalla se produjo después de que Arabia Saudita bombardeara el viernes posiciones del Consejo, en lo que analistas describieron como una advertencia para que los separatistas detuvieran su avance y abandonaran las gobernaciones de Hadramaut y Mahra.
El Consejo había expulsado de esas zonas a fuerzas afiliadas a las Fuerzas del Escudo Nacional, respaldadas por Arabia Saudita.
En paralelo, los aliados del Consejo han ondeado cada vez más la bandera del sur de Yemen, que fue un país independiente entre 1967 y 1990. Manifestantes llevan días movilizándose en apoyo a fuerzas políticas que reclaman una nueva secesión del sur del país.
Las acciones de los separatistas han puesto presión sobre la relación entre Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, socios cercanos y miembros del cartel petrolero OPEP+, pero también rivales por influencia e inversiones internacionales en los últimos años.
Un comunicado del ministerio de Exteriores saudí difundido el martes vinculó por primera vez de forma directa el avance del Consejo con Emiratos Árabes Unidos.
"El reino observa que los pasos adoptados por el hermano Emiratos Árabes Unidos son extremadamente peligrosos”, señaló.
El gobierno yemení pide auxilio a Riad
Respaldado por Emiratos Árabes Unidos, el movimiento separatista del Consejo de Transición del Sur se ha apoderado en las últimas semanas de amplias zonas del territorio, especialmente en Hadramaut, sin encontrar gran resistencia. Sus partidarios reclaman el restablecimiento de un Estado en el sur de Yemen, donde existió una República Democrática Popular independiente entre 1967 y 1990.
En este contexto de tensión, el gobierno yemení reconocido por la comunidad internacional solicitó el viernes a la coalición militar que adopte “medidas” para apoyarlo.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, había llamado el viernes a la “moderación”, evitando tomar partido entre Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, dos socios clave de Washington.
Estas nuevas tensiones podrían debilitar aún más al país más pobre de la península arábiga, en el centro de rivalidades regionales. Un conflicto estalló en 2014 entre el gobierno y sus aliados —entre ellos el CTS— y los rebeldes hutíes proiraníes, dejando cientos de miles de muertos, fragmentando el país y provocando una de las peores crisis humanitarias del mundo. Una tregua acordada en 2022 se respeta en líneas generales.
La coalición liderada por Arabia Saudita, rival de Irán, fue creada en 2015 para apoyar al gobierno yemení.
Este artículo es una adaptación de su original en inglés con AP, EFE y Reuters
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