¿Cómo fue el ataque de EE. UU. al corazón nuclear de Irán?: los detalles de la operación secreta

Estados Unidos asegura haber “devastado el programa nuclear” de Irán tras una ofensiva coordinada la noche del sábado al domingo 22 de junio. Más de un centenar de aeronaves, bombas de gran poder destructivo y complejas tácticas de engaño fueron desplegadas en la llamada operación Martillo de Medianoche, dirigida contra las principales instalaciones nucleares iraníes. En este informe, analizamos cómo se ejecutó esta operación. 

"Osada y brillante", así calificó el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, la operación Martillo de Medianoche, mediante la cual la Casa Blanca dejó atrás, este fin de semana, su ambigua postura ante el fuego cruzado entre Israel e Irán. 

Este domingo, 22 de junio, más de un centenar de aeronaves estadounidenses atacaron tres instalaciones del programa nuclear de la República Islámica, una operación que, según Donald Trump, destruyó “completamente” la capacidad de enriquecimiento nuclear del país. 

Esta decisión de atacar Irán marca un punto de inflexión para la estabilidad de Medio Oriente y el rol de Washington en la región. Apenas unos días atrás la administración republicana parecía optar por la vía diplomática, con rondas de negociación con Teherán para intentar alcanzar un nuevo acuerdo sobre su programa nuclear. 

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Luego de la operación, Pete Hegseth, jefe del Pentágono, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, dieron detalles sobre cómo esta fue llevada a cabo. Hegseth aseguró que el plan llevó “meses de posicionamiento y preparación para poder estar listos” en cuanto Trump diera la orden. 

Según Caine, el ataque fue diseñado para “degradar severamente la infraestructura nuclear iraní".

A continuación, todo lo que necesitas saber sobre cómo Estados Unidos materializó ese objetivo. 

• Isfahan, Natanz y Fordow: los blancos del ataque

El jefe del Estado Mayor confirmó que los objetivos de la operación eran los principales sitios nucleares de Irán, que son las instalaciones de Fordow, Natanz e Isfahan. Según Caine, esa meta fue cumplida. 

“Determinar los daños finales de la batalla llevará algún tiempo, pero las evaluaciones iniciales indican que los tres sitios sufrieron daños y destrucción extremadamente graves”, puntualizó el funcionario militar. 

Natanz es la principal instalación de enriquecimiento nuclear de Irán, cuya existencia fue revelada en 2002 por la República Islámica. Cuenta con dos edificios, uno subterráneo y otro sobre el suelo. Ambas edificaciones albergan casi 70 cascadas de centrifugadoras; 10.000 de estas máquinas se utilizan para enriquecer uranio. 

Después de Natanz está Fordow, la segunda instalación de este tipo más importante de Irán. Este complejo está construido en la ladera de una montaña de la ciudad de Qom, a aproximadamente unos 95 kilómetros al suroeste de Teherán. Estimaciones apuntan a que su construcción empezó en 2006 e inició su operación por primera vez en 2009, el mismo año en el que Irán reconoció públicamente su existencia.

A unos 80 metros bajo tierra y roca, esta planta no podía ser atacada por Israel dada su profundidad, por lo que ya se preveía la intervención estadounidense: sólo los aviones de ese país son capaces de transportar las bombas con suficiente penetración para hacerlo.

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En cuanto a Isfahan, esta instalación es una planta de conversión que produce los gases necesarios para el enriquecimiento de uranio. 

• Las bombas antibúnker GBU-57

Los ataques, que ocurrieron el sábado entre las 18:40 y las 19:05 hora del Este (aproximadamente a las 2:10 del domingo en horario iraní), emplearon más de 125 aeronaves, al menos 20 misiles Tomahawk y 14 bombas GBU-57, según información del Pentágono. 

Desde hace ya varios días se hablaba de la posible entrada de las bombas antibúnker GBU-57. Más de una decena de estos penetradores de artillería masiva fueron empleados para impactar el corazón del programa nuclear iraní. Son ojivas de 13 toneladas capaces de penetrar hasta 60 metros de profundidad antes de explotar, según el Ejército estadounidense. 

Ese factor es el que diferencia a este artefacto de la mayoría de misiles u otras bombas, que detonan al impactar. 

Dicho eso, Caine afirmó que los ataques no encontraron “resistencia iraní”.

"Los cazas iraníes no volaron y parece que los sistemas de misiles tierra-aire de Irán no nos detectaron durante toda la misión", explicó el alto mando militar. 

• El rol clave de los bombarderos B-2

Atacar con las bombas GBU-57 involucra sí o sí la participación de Estados Unidos, puesto que es ese país el único con la capacidad aérea para transportar las antibúnker. 

Lo pueden hacer gracias a sus bombarderos furtivos B-2 Spirit, que pueden trasladar hasta dos GBU-57 por avión. Siete de estos aviones fueron utilizados para lanzar las 14 bombas de alta penetración contra las instalaciones nucleares iraníes, según información del Pentágono. 

Las fuentes de Defensa estadounidenses también han dado otros detalles, como la planeación de “señuelos y engaños”, punto clave de la inteligencia que logró que “los bombarderos entraran y salieran de esas instalaciones sin que el mundo lo supiera”, tal y como aseguró Hegseth. 

El jefe del Pentágono también explicó que la decisión de trasladar varios B-2 desde su base en Missouri (Estados Unidos) el sábado por la mañana tenía como objetivo distraer a los iraníes, como método de engaño utilizado por Washington. 

Estos aviones de ataque están diseñados para “penetrar las defensas más sofisticadas del enemigo y amenazar sus objetivos más importantes y fuertemente defendidos", a una velocidad de 9.600 kilómetros sin repostar. 

El modelo B-2 se mostró por primera vez al público en 1988, antes de volar al año siguiente.

• “Paz a través de la fuerza”

Luego de llevar a cabo el Martillo de Medianoche y elevar las tensiones al máximo, Trump hizo un llamado a la paz. El presidente estadounidense aseguró que “es hora de la paz", advirtiendo de que, si esta “no llega pronto” su país atacará “otros objetivos con precisión, rapidez y habilidad”. 

De esta manera, el magnate republicano materializó su promesa de campaña que lo trajo de nuevo a la Oficina Oval: “Paz a través de la fuerza”. 

Con todo y eso, hasta ahora la respuesta iraní no muestra señales pacíficas. La Agencia Atómica de Irán, que calificó los ataques de “acto bárbaro”, aseguró que el fuego estadounidense no detendrá la actividad nuclear de Teherán.

Con AP, AFP, Reuters y EFE