Luego de que el presidente de EE. UU., Donald Trump, anunciara un arancel del 50% a los productos de Brasil –en medio de la crisis por el caso de Jair Bolsonaro–, su homólogo, Luiz Inácio Lula da Silva, convocó este 10 de julio a una reunión de emergencia de su gabinete. Mientras el país baraja las opciones de respuesta, funcionarios diplomáticos señalan que Brasilia no sufriría el mismo impacto que otros países. EE. UU. recibe alrededor del 12 % de las exportaciones brasileñas.
Luego de que Donald Trump anunciara un arancel adicional del 50% a todas las importaciones brasileñas, su homólogo, Luiz Inácio Lula da Silva, convocó una reunión urgente de gabinete para este 10 de julio.
Y, aunque Lula anunció que su país respondería con contramedidas, este jueves tres fuentes gubernamentales aseguraron que las gestiones diplomáticas al interior del Gobierno estaban tomando fuerza para evitar una respuesta recíproca por parte de Brasilia.
De hecho, en las últimas horas el ministro de Hacienda brasileño, Fernando Haddad, afirmó que “la diplomacia brasileña siempre ha estado disponible junto al gobierno americano para buscar una solución de mayor asociación y de mayor entendimiento, como siempre lo hemos hecho".
Por su parte, el jefe de gabinete de Lula anunció la formación de un grupo de trabajo para determinar la respuesta de la nación suramericana, aunque, según fuentes conocidas por Reuters, es difícil que el mandatario brasileño anuncie medidas concretas hasta que los aranceles estadounidenses entren en vigor.
"Tenemos hasta el 1 de agosto", indicó un diplomático brasileño que habló en condición de anonimato, quien agregó que la forma en cómo se resuelva el cruce político “determinará la respuesta económica”.
Estados Unidos y Brasil escalaron sus relaciones diplomáticas desde inicios de esta semana, luego de que el lunes Trump publicara un mensaje en sus redes sociales defendiendo de manera incondicional al expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien está siendo procesado en la Corte Suprema por su liderar presuntamente un intento de golpe de Estado contra Lula, luego de perder en las elecciones de 2022.
Dos días después, el miércoles, el presidente estadounidense le envió una carta a Lula en la que comunicaba las nuevas medidas económicas contra los productos brasileños, una decisión que responde a la “caza de brujas” de la que, según Trump, Bolsonaro está siendo víctima.
Por otro lado, además de anunciar contramedidas, el jefe de Estado de Brasil defendió que su país es “soberano con instituciones independientes” y que “no aceptará ser tutelado por nadie”. En paralelo, Lula aseguró que el caso de Bolsonaro "es de exclusiva responsabilidad de la Justicia brasileña y, por tanto, no está sujeto a ningún tipo de interferencia o amenaza que viole la independencia” de los poderes.
Trump anuncia que arancel del 50% al cobre entrará en vigor el 1 de agosto
En otro frente de su guerra comercial, Trump anunció el miércoles que los aranceles del 50% que impuso un día antes a las importaciones de cobre empezará a ser aplicado a partir del próximo 1 de agosto.
"Anuncio un arancel del 50 % sobre el cobre, vigente a partir del 1 de agosto de 2025, tras recibir una rigurosa evaluación de seguridad nacional", puntualizó Trump en su red social, Truth Social.
Este nuevo gravamen sigue a los similares aplicados ya para el acero y el aluminio.
La medida, según el republicano, “revertirá la desconsiderada y la estupidez de la Administración Biden. Estados Unidos volverá a construir una industria del cobre dominante. ¡ESTA ES, DESPUÉS DE TODO, NUESTRA EDAD DE ORO!".
Desde hace meses el Gobierno de Trump había señalado que estaba preparando aranceles para el cobre, aunque no fue hasta el martes que finalmente materializó su amenaza.
Los aranceles a los productos farmacéuticos podrían llegar al 200%
El mismo día en que el magnate anunció las nuevas medidas económicas para el cobre, también indicó que planea informar de aranceles a las importaciones de productos farmacéuticos que podrían llegar al 200%.
Con todo y eso, Trump matizó: "vamos a darle a la gente alrededor de un año, un año y medio para venir y, después de eso, se les aplicarán aranceles" a las compañías de este sector.
La Administración republicana inició una investigación sobre la industria farmacéutica en abril como una especie de pretexto para imponer aranceles. En ese sentido, argumenta que la dependencia excesiva de la producción extranjera de medicamentos representa una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Por ello, el jefe de la Casa Blanca ha insistido en que su país necesita una mayor producción de medicamentos para no depender de otros países.
Con Reuters, AP y EFE
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