Con su primera visita a Europa y el encuentro con el jefe de la Casa Blanca, Ahmed al-Sharaa, presidente interino sirio, volvió a poner al país en el mapa de la política internacional. Pasó de la insurgencia a darle la mano a Emmanuel Macron y Donald Trump y, como resultado, Washington levantó todas las sanciones que pesaban sobre su país. A continuación, analizamos la nueva diplomacia siria.
Hoy por hoy, Ahmed al-Sharaa es la imagen de Siria ante el mundo.
El ahora presidente interino sirio, de la mano del grupo rebelde Hayat Tahrir al-Sham, inició una ofensiva que colapsó por completo, en cuestión de días, el poder de Bashar al-Asad en la nación y llegó a Damasco prometiendo un camino de estabilidad, la defensa de las minorías religiosas sirias y el fin del sectarismo al interior de la nación.
Tras el éxito de su ofensiva militar contra la dinastía al-Assad, al-Sharaa se declaró el 29 de enero presidente interino para “la fase de transición” del país hacia la democracia.
Rápidamente, al-Sharaa pasó de ser un terrorista declarado por la Casa Blanca a la cara del nuevo Gobierno sirio. En lo corrido de este año, el líder interino ha logrado parte de sus objetivos. ¿Cómo?: asistiendo a cumbres en la región, siendo recibido por los mandatarios de Medio Oriente y, ahora, dándose la mano con personajes como Emmanuel Macron y Donald Trump.
En tanto, Siria resurge en la escena internacional, la realidad al interior del país no es tan favorable. Los sirios han visto cómo nuevas olas de violencia golpean a las minorías: a finales de abril, más de 100 personas murieron en solo dos días en ataques contra la minoría drusa por parte de grupos armados vinculados con el nuevo Gobierno sirio, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
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Lo anterior provocó que una parte de la población perdiera la confianza en al-Sharaa, puesto que el líder de facto había prometido la defensa de todas las personas en el país. Adicional a ello, Israel ha multiplicado sus bombardeos al interior de Siria, retando las capacidades de conciliación del presidente interino.
Esto ocurre mientras Al‑Sharaa sigue esforzándose por proyectar una imagen moderna y moderada: inspirada en valores islámicos, pero claramente alejada de cualquier postura radical.
¿Qué ha hecho el líder interino para poner nuevamente a Siria en el mapa y cómo ha sido la recepción internacional? Lo analizamos en France 24.
Un “luchador joven y atractivo”
Quizá uno de los mayores logros para el presidente interino ha sido la reunión que sostuvo este miércoles 14 de mayo con el presidente estadounidense, Donald Trump, la primera entre dos mandatarios de ambos países en 25 años.
El encuentro tuvo lugar en el marco de una reunión especial de los líderes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), en la capital saudí, Riad. Luego del cara a cara, Trump calificó al representante sirio como un “tipo joven y atractivo”.
El republicano apuntó a que al-Sharaa “tiene muchas posibilidades de aguantar”, e indicó que había hablado con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, quien “cree” que el líder de facto sirio “tiene posibilidades de hacer un buen trabajo”.
Reunirse con Trump es una aspiración geopolítica que muchos mandatarios en el mundo desearían, al ser Estados Unidos uno de los ejes principales del sistema internacional y la primera potencia. Dicho eso, el encuentro entre estos dos hombres marca un hito histórico para ambas naciones, distanciadas tras más de 10 años de guerra en Siria.
De igual manera, el apretón de manos puede significar más para al-Sharaa que para su propio país.
Desde Buenos Aires, Rodrigo Melgar, analista de política internacional, explica en diálogo con France 24 que, como en el caso sirio, “las transiciones de poder no plantean disyuntivas sobre la legitimidad del nuevo gobierno.”
Sin embargo, “como la llegada de al-Sharaa al poder no es fruto de un proceso electoral debidamente instrumentado, sino que tiene lugar a través de las armas, no obtuvo reconocimiento instantáneo del resto de los gobiernos del mundo, sino que este lo deberá ir adquiriendo paulatinamente”.
En ese sentido, la decisión de Trump de reunirse con el líder sirio puede ser interpretada como un visto bueno del republicano a la posición que ocupa al-Sharaa en la actualidad.
Con el levantamiento de sanciones, ¿Estados Unidos le da la espalda a Israel?
Un día antes de la cita en Riad, el presidente estadounidense anunció el levantamiento de todas las sanciones a Damasco que su país había impuesto durante el gobierno del depuesto Bashar al-Assad.
Estoy "ordenando el cese de las sanciones contra Siria para darles un nuevo comienzo (…) Les da una oportunidad de grandeza. Las sanciones fueron realmente devastadoras, muy poderosas”, explicó Trump.
Como era de esperarse, el presidente interino sirio celebró el anuncio y calificó el día de “histórico”. Para el líder, este es el comienzo de un nuevo rumbo para el país en el que aún queda “mucho camino por recorrer”.
"Compatriotas sirios, aún nos queda mucho camino por recorrer. Hoy ha comenzado un trabajo serio, y con él, el renacimiento de la Siria moderna. Juntos construiremos Siria hacia el progreso, la prosperidad, el conocimiento y el trabajo", aseguró al-Sharaa luego de volver de suelo saudí.
Pero, ¿qué busca en realidad Estados Unidos con todo esto? Para el experto entrevistado por France 24, las medidas tienen una doble función. En primer lugar, “apuntar a la estabilización del país”, ya que esto “contribuye a la estabilización de la región”.
Luego, Melgar asegura que no sería extraño que, con el levantamiento de las sanciones, Trump le recuerde a Israel “que Estados Unidos está dispuesto a entablar nuevos partenariados en la región, incluso a espaldas de Tel Aviv”.
Otros expertos apuntan a que será cuestión de tiempo ver el impacto real de esta nueva movida estadounidense, a pesar de que el martes por la noche, después del anuncio republicano, la moneda siria ganó un 60%.
“Un efecto cascada”
La antesala de la reunión sirio-estadounidense fue otro hecho simbólico para Siria: el viaje de al-Sharaa al Elíseo. El presidente interino se reunió el 7 de mayo con el presidente francés, Emmanuel Macron, en París. La reunión marcó lo que fue la primera visita del líder sirio a Europa.
Macron le pidió a su invitado que “haga todo lo posible por garantizar la protección de todos los sirios sin excepción, independientemente de su origen, religión, fe u opiniones”. En paralelo, le subrayó que es su tarea “garantizar que los autores” de la reciente violencia sectaria contra los drusos y las “masacres” de miembros de la minoría alauita en marzo sean “procesados y juzgados”.
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El cara a cara de al-Sharaa con Macron y Trump marca un antes y un después para la política exterior siria. Melgar, el analista argentino entrevistado por France 24, explica “que el presidente de Francia y nada menos que el presidente de los Estados Unidos se hayan reunido con al-Sharaa manda un mensaje contundente de apoyo al nuevo gobierno sirio”.
Al mismo tiempo, el experto pronostica que no debería ser extraño si presenciaremos “un efecto cascada, donde otros países sigan el movimiento iniciado por Trump y Macron y se encaminen lentamente a la reinserción de Siria al sistema internacional”.
Con Reuters, AP, EFE y medios locales
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