El presidente Luis Abinader es muy claro en sus discursos y presentaciones públicas sobre cuestiones relacionadas con la institucionalidad y el respeto de las normas, en particular relacionadas con poderes como la justicia, el Congreso, las instituciones electorales y el Ministerio Público.

Fue él quien dispuso cambiar la Constitución para que la designación de la persona que ocupe el puesto de Procurador General de la República no fuera designado por el Poder Ejecutivo, sino por un organismo de múltiple integración como el Consejo Nacional de la Magistratura.

Este viernes o la próxima semana podrá conocerse quien ocupará la silla que ha ocupado Miriam Germán Brito en los pasados cuatro años, y que ha servido para higienizar y dignificar la función del organismo estatal responsable de la persecución de los delitos y violaciones a las leyes.

La pregunta que todo el mundo formula es ¿A quién propondrá Luis Abinader para que sea validado por el CNM y ocupe en los próximos dos años la Procuraduría General de la República?

Es muy obvio que el presidente propondrá a alguien dentro de la carrera del Ministerio Público. Eso como primer elemento. Tendrá que ser un o una procuradora adjunta, con experiencia, capacidad, solvencia, historial de dignidad y de respeto como organizadora de expedientes que ha conocido el país en los últimos cinco años.

Los corruptostemen a Yeni Berenice y a Wilson Camacho, como temen a Miriam Germán, pero en el caso de la directora de Persecución es notable la cizaña y el odio que despiertan sus actuaciones.

El presidente no recurrirá a nadie fuera del Ministerio Público, y las dos opciones inmediatas con que cuenta el presidente Luis Abinader resultan en las personas de Yeni Berenice Reynoso, directora de Persecución del Ministerio Público, designada y juramentada con Miriam Germán Brito el 16 de agosto de 2020, y Wilson Camacho, director de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA), y quien ha trabajado en equipo con Miriam Germán, Yeni Berenice y un equipo de personas de gran capacidad y valentía, que han investigado y puesto en escena muchos actos de corrupción en la función pública y desde el área privada.

Luce que el presidente se inclinaría por Yeni Berenice Reynoso, quien ha sido una gran trabajadora, ha acompañado los esfuerzos del gobierno por la reducción de la criminalidad y es la persona que representa el interés del gobierno en la continuidad de la lucha contra la corrupción, como acaba de ser ratificado por el gobierno el pasado lunes, en la rueda de prensa LA Semanal.

Yeni Berenice Reynoso es una trabajadora incansable, tiene coraje, experiencia, y su cercanía con Miriam Germán le han ayudado a controlar impulsos y ser mucho más cautelosa con la rigurosidad de los procesos que ha llevado su equipo.

El trabajo en equipo es una labor importante. Si hay cuestionamientos a Yeni Berenice nunca han sido por comportamiento inadecuado, por violación de las reglas del juego o por agresividad.

Los corruptos  temen a Yeni Berenice y a Wilson Camacho, como temen a Miriam Germán, pero en el caso de la directora de Persecución es notable la cizaña y el odio que despiertan sus actuaciones.

Hay entidades, personas influyentes e incluso intelectuales, que rechazan la decisión del presidente de auspiciar un Ministerio Público independiente. Hay que reconocer que la gente se acostumbró a resolver sus problemas con la justicia y con el Ministerio Público en el Palacio Nacional, y no frente a Miriam, Yeni a Wilson.

Ese cambio es significativo y una gran contribución a la transparencia y a la estabilidad en la función y en el rol que corresponde al Ministerio Público. Yeni es una mujer digna y merece ocupar la posición, como continuidad de la gestión de Miriam Germán Brito, de Procuradora General de la República.