Es doloroso y provoca angustia la desaparición de la joven estudiante, de apenas 20 años, Sudiksha Konanki, de origen indio pero con una familia establecida desde el 2006 en los Estados Unidos. Ella es ciudadana norteamericana por nacimiento, pero de ascendientes provenientes de India, ese gran país asiático.

Estudiante del tercer año de la Universidad de Pittsburgh, llegó con otros cuatro compañeros a un hotel de la región este del país el pasado 3 de marzo. Su desaparición ocurrió el día 6, a las 4:15 de la madrugada, cuando ella y sus compañeros entraron a la zona de playa, para disfrutar de las aguas del mar Caribe en la madrugada.

Los medios de comunicación locales e internacionales han dado seguimiento a la desaparición de Konanki, y se han ocupado de recabar datos mínimos para encontrar una explicación a la desaparición, que hasta el momento, ha levantado sospechosas. Aparte de que uno de sus compañeros, con quien estaba, ha ofrecido versiones contradictorias sobre lo ocurrido.

De acuerdo con el relato elaborado por CNN, este es más o menos, el cronograma de la desaparición:

En las últimas horas antes de que se denunciara su desaparición, Konanki fue vista bebiendo y yendo a la playa con amigos, que más tarde regresaron a su hotel sin ella.

El jueves, sobre las 3:00 a.m. hora local, Konanki fue vista en una grabación de vigilancia bebiendo con tres mujeres y dos hombres en el vestíbulo del hotel Riu República, según una fuente de la Policía Nacional dominicana.

Después, sobre las 4:15 a.m., el grupo fue visto entrando en la playa del hotel, según la Policía.

“Sus amigos volvieron al cabo de un rato y mi hija no volvió, no apareció por la playa”, dijo el padre de Konanki a CNN.

Alrededor de las 5:55 a.m. del jueves, las cámaras de vigilancia captaron a tres mujeres y un hombre abandonando la playa, según informó una fuente de la Policía local a CNN. Konanki no estaba entre ellos.

Cuando no regresó a su habitación, las compañeras de Konanki la buscaron antes de avisar a las autoridades, según la fuente policial. El grupo denunció su desaparición al personal del hotel sobre las 4:00 p.m. del jueves, según informó la cadena hotelera Riu en un comunicado.

La ropa de Konanki, tipo pareo, fue encontrada en una tumbona de la playa. "No había signos de violencia", según declaró a CNN una fuente policial familiarizada con la investigación.

La Policía Nacional junto a la Defensa Civil, las autoridades de la provincia La Altagracia, el personal del Hotel Riu República, además de autoridades de inteligencia del país, así como el Buró Federal de Investigación de los Estados Unidos, han tratado de encontrar huellas, signos, o de determinar si falleció por ahogamiento. Pero nada se sabe. Parece una historia de terror. Su desaparición se produjo en horas de la madrugada en una playa de la República Dominicana, luego de penetrar en horas de la madrugada a las aguas del mar Caribe.

Hasta el presidente Luis Abinader ha tenido que referirse al tema, debido a preguntad de periodistas. La industria turística de la región, competencia de la República Dominicana, aprovecha el hecho fortuito de la desaparición para enviar señales nocivas contra los niveles de seguridad en el país.

Una tragedia ocurre en cualquier parte. Un hecho como este pasa en los mejores lugares del mundo. Ya lo dijo el presidente, que la República Dominicana es uno de los lugares más seguros del mundo. El cuadro que han presentado los medios norteamericanos es suficientemente convincente de que no se trata de inseguridad, sino del momento mal escogido para penetrar a una playa y de una compañía que no tomó en cuenta la naturaleza de las aguas marinas. Tampoco se ha hecho énfasis en el grupo de turistas, antes de entrar al mar, habían estado tomando alcohol.

Es nuestra oración y nuestro deseo que la familia Konanki tenga certeza de lo ocurrido con su hija Sudiksha, y que la misma aparezca viva, y en condiciones de continuar sus vacaciones, retomar su rutina de vida habitual, volver a sus estudios y a su vida normal, luego de este tormentoso incidente.