La atención política que se ha puesto a la elección de un alcalde de Nueva York nunca había sido tan alta como el triunfo del candidato demócrata Zohran Mamdani, proveniente de un movimiento político mucho más liberal que el partido que lo postuló.

Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, lo desprecia y había advertido que si ganaba le cortaría los fondos a la ciudad de Nueva York. Los demócratas se dividieron entre las candidaturas de Mamdani y la de Andrew Cuomo, demócrata que se postuló como candidato independiente, y que obtuvo el apoyo de Donald Trump y de muchos republicanos, lo que le favoreció y alcanzó aproximadamente un 40 por ciento de los votos.

Como vemos, la política es algo que se mueve de forma sinuosa. Un demócrata apoyado por Trump, frente a un independiente apoyado por los demócratas.

Las observaciones sobre esta elección tienen todos los colores. Hay los que dicen que es un error de los demócratas haber postulado a Mamdani, porque con esa candidatura le dan la razón a Trump, de que ellos son comunistas y radicales, y que para las elecciones de medio término del Congreso de los Estados Unidos, en 2026, esa elección será tomada en cuenta y hará mucho daño a las postulaciones del partido Demócrata.

Otros dicen que no es cierto, que esta elección a la alcaldía de Nueva York, más las otras ganadas por los progresistas y candidatos demócratas, como New Jersey y Virginia, son una evidencia de la caída del apoyo a los republicanos y a Donald Trump.

Trump mismo dijo que el triunfo de Mamdani se debe al mantenimiento del cierre presupuestario del gobierno, que dañó a los republicanos, y a que en las candidaturas no estuvo el nombre del mismo Donald Trump.

Bernie Sanders, senador independiente por el Estado de Vermont, ha brindado mucho apoyo a Mamdani, igual que la legisladora Alexandria Ocasio-Cortez. Esta corriente observa un retorno de las simpatías democráticas y un corte con los republicanos ante los atropellos y desbarajustes de la administración Trump, tanto en política interna como en política exterior.

Entre los que cuestionan a Mamdani están los que entienden que la ciudad de Nueva York quebraría por las políticas que éste pretende aplicar, y que su promesa de bajar el costo de las viviendas para los menos ricos le obligaría a elevar los impuestos un 60 por ciento en la ciudad a los más ricos, lo que llevaría a un éxodo de un 20 por ciento de la población de la ciudad de Nueva York.

Hay muchas expectativas, y el apoyo a Mamdani ha sido tan grande, que hay quienes esperan que no pueda cumplir sus grandes promesas y que la frustración lleve a la gente a quitarle el apoyo que le ha entregado. El gobierno de Benjamín Netanyahu, de Israel, ha dicho que los judíos de Nueva York tendrán que huir por las políticas que se pondrán en marcha ahora en su contra. Sin embargo, muchos judíos favorecieron a Mamdani.

Hay que esperar que la ciudad de Nueva York siga siendo un centro económico, cultural y político de gran relevancia, y que Zohran Mamdani tenga éxitos en su gestión en administrar esa extraordinaria ciudad, además de que Donald Trump no tenga la posibilidad de quitarles los fondos del gobierno que corresponden a esa ciudad. La tolerancia¿ en el más amplio sentido de la palabra, debe restablecerse en una ciudad que es símbolo de diversidad e inclusión.