Santa Teresa de Ávila, figura emblemática del Siglo de Oro español, se destaca por su doble legado, reformadora de la Iglesia católica y escritora de obras literaria profundamente espiritual. Fue la iniciadora de la Reforma Carmelita, así mismo, restauró y enfatizó la austeridad y el carácter contemplativo de la vida carmelita. Santa Teresa fue elevada a doctora de la iglesia en 1970 por el Papa Pablo VI, siendo la primera mujer en recibir tal honor. Su poesía se inscribe dentro de la poesía mística, lo cual es una variedad de la literatura religiosa (Enciclopedia Británica, 2025)

En sus obras, su voz resuena con una intensidad que une lo divino y lo humano, revelando un corazón que palpita al ritmo del amor místico y la búsqueda incansable de unión con Dios. La singularidad de su expresión poética radica en su capacidad para transmitir una experiencia espiritual que trasciende el tiempo y el espacio, convirtiéndola en un testimonio de vida y fe. A través de sus escritos, Santa Teresa explora los misterios de la divinidad, los profundos anhelos y fragilidades del alma humana. Según Mata Induráin (2014), sus poemas se caracterizan por ser sinceros, sencillos, escritos en castellano coloquial y, por emplear metáforas y paradojas.

Uno de los aspectos más destacados de su poesía es el ardiente amor por Dios, que se convierte en el eje central de sus experiencias. En los versos de Muero porque no muero, se percibe un deseo incontenible de trascender lo terrenal: “Vivo sin vivir en mí, / y de tal manera espero, / que muero porque no muero”. Estos versos revelan una paradoja que reta la comprensión racional, pues en ellos se sintetiza el anhelo de disolver las barreras entre lo humano y lo divino.

En este sentido, Santa Teresa presenta la vida terrenal como una ausencia insoportable de la presencia plena de Dios, y la muerte como la entrada definitiva a la unión mística. La tensión entre el deseo y la espera es la razón de su espiritualidad, que encuentra en la muerte no un final, sino el verdadero comienzo (Efren de la Madre de Dios y Otger Steggink, 1967).

Además, Ávila evidencia una profunda humildad y una entrega absoluta a la voluntad divina. En Vuestra soy, proclama: “Vuestra soy, para Vos nací, / ¿qué mandáis hacer de mí?”. Con estas palabras, la autora no solo se coloca como sierva obediente de su Creador, sino que también muestra una total confianza en que su vida y su destino están en manos de Dios. Este poema refleja la tensión entre la libertad humana y la sumisión a lo divino, resolviéndola en una actitud de abandono confiado. La repetición de la pregunta al final de cada estrofa destaca el deseo de pertenencia y de cumplimiento del propósito divino, otorgando al poema un tono de oración sincera y fervorosa.

Santa Teresa de Ávila.

Asimismo, el sufrimiento ocupa un lugar preeminente en su poesía, no como un fin en sí mismo, sino como una vía hacia la purificación. En Ayes del destierro, escribe: “En esta vida mi llanto / mis pesares han de ser, / y mi consuelo esperar / morir porque viva tanto”. Este poema resignifica el dolor humano al situarlo en una narrativa de redención y esperanza. Santa Teresa ve el sufrimiento como un estado transitorio que prepara el alma para la unión con Dios.

La imagen del “destierro” evoca aislamiento terrenal y la condición del alma separada de su verdadero hogar, el cual es Dios. Así, el dolor se convierte en una forma de participar en el sacrificio de Cristo, fortaleciendo el vínculo entre lo humano y lo divino (Efren de la Madre de Dios y Otger Steggink, 1967).

Por otro lado, la confianza inquebrantable en la providencia divina es un tema recurrente en su obra. En Nada te turbe, expresa con serenidad: “Nada te turbe, / nada te espante, / todo se pasa, / Dios no se muda”. Este poema, breve pero profundo, condensa la esencia de su fe en pocas líneas. La repetición de la palabra “nada” enfatiza la transitoriedad de los problemas humanos frente a la eternidad de Dios. La estructura del poema, casi como un mantra, busca inculcar una paz interior que trasciende las adversidades. Este texto es una invitación a la contemplación y a la confianza plena, un recordatorio de que, en medio de las tribulaciones, la estabilidad se encuentra en la inmutabilidad divina.

Teresa de Ávila también exalta la belleza divina con una pasión singular. En Hermosura de Dios, se maravilla: “¡Oh hermosura que excedéis / a todas las hermosuras! / Sin herir dolor hacéis, / y sin dolor deshacéis / el amor de las criaturas”. En este poema, la autora utiliza un lenguaje lleno de paradojas para describir la experiencia del amor divino. La hermosura de Dios es tal que trasciende cualquier belleza terrenal, pero, al mismo tiempo, actúa sobre el alma de manera transformadora. La expresión “sin herir dolor hacéis” sugiere que la contemplación de Dios produce un cambio interior profundo, pero sin el sufrimiento que usualmente acompaña a las grandes transformaciones. Esta belleza, que deshace el apego a lo terrenal, eleva el alma hacia una dimensión superior.

Su poesía está impregnada de esperanza en la vida eterna. En Aspiraciones, expresa: “Espera, alma, espera, / que el que amas tu vida la repara”. Este poema es una exhortación a la paciencia y a la perseverancia espiritual. La reiteración del verbo “espera” refuerza la necesidad de mantener la fe en medio de las dificultades. La imagen de “reparar la vida” sugiere que el amor divino tiene el poder de sanar todas las heridas y de restaurar lo que está roto. Este poema, al igual que muchos otros, refleja la visión optimista de Santa Teresa sobre la redención y la unión definitiva con Dios, dotando de sentido al camino espiritual.

En definitiva, la obra poética de Santa Teresa de Ávila es un espejo fiel de su vida interior y de su inquebrantable fe. Sus versos, cargados de amor, humildad, dolor, confianza, admiración y esperanza, continúan siendo una fuente inagotable de inspiración espiritual. La riqueza y profundidad de su poesía la convierten en una figura universal cuya influencia trasciende los límites del tiempo y la religión, invitando a todos a contemplar los misterios de lo divino y lo humano con renovada devoción.

Referencias 

Efren de la Madre de Dios O. C. D., Otger Steggink O. C. (1967). Santa Teres de Jesús: obras completas. (2da ed.). Madrid. Biblioteca de autores cristianos.

Enciclopedia Británica. (2025). Santa Teresa de Ávila | Biografía, hechos, oración, fiesta y obras. Enciclopedia Británica. https://www.britannica.com/biography/Saint-Teresa-of-Avila

Mata Induráin. (2014). Ciclo de conferencias, V centenario de santa teresa: arte, patrimonio y espiritualidad en torno a santa teresa, La producción literaria de Santa Teresa. Univeesidad de Navarra. https://www.unav.edu/web/catedrapatrimonio/actividades/ciclos-y-conferencias/2014/la-produccion-literaria-desanta-teresa

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Sary Richel Ramón Ortiz es estudiante de la Licenciatura Lengua y Literatura orientada a la enseñanza del Nivel Secundaria, en el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña, Recinto Félix Evaristo Mejía de Santo Domingo.

Sary Richel Ramón Ortiz

Estudiante de lengua española y literatura

Sary Richel Ramón Ortiz es estudiante de la Licenciatura Lengua y Literatura orientada a la enseñanza del Nivel Secundaria, en el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña, Recinto Félix Evaristo Mejía de Santo Domingo.

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