Cuando en el año 2022 asumí el compromiso de presentar mi candidatura al decanato de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) para el período 2022-2026, lo hice con la convicción de que era necesario mejorar las condiciones en que nuestros docentes imparten la docencia y en que nuestros estudiantes la reciben. Esa y otras propuestas nacieron de una firme visión: considerar al ser humano como el activo más importante de las Humanidades y de la humanidad misma. Hoy, a tres años y tres meses de haber asumido el cargo de decano, podemos afirmar con satisfacción que hemos cumplido en gran medida esa misión. No hemos alcanzado todo lo que anhelamos para nuestra universidad, pero sí hemos logrado materializar un alto porcentaje de nuestras líneas programáticas. En ese contexto, esta serie tiene el propósito de ofrecer a la comunidad universitaria y a la sociedad en general un recuento gradual de los logros alcanzados y de las metas aún por concretar. En esta primera entrega —que constituye un informe preliminar— presentamos los avances académicos y culturales que marcan una transformación significativa en nuestra Facultad.
Uno de los logros más relevantes de esta gestión ha sido la extensión de la enseñanza de las catorce lenguas que impartimos en la Escuela de Idiomas —Inglés, Alemán, Creole, Español, Francés, Italiano, Portugués, Rumano, Chino Mandarín, Chino Cantonés, Taiwanés, Japonés, Coreano y Ruso— hacia quince centros universitarios de la UASD, entre ellos Santo Domingo Norte, Santo Domingo Oeste, Santo Domingo Este, el Edificio de Idiomas de la Sede, el JJ, Azua, Baní, San Cristóbal, Haina, Guerra, Monte Plata, Nagua, Higüey, Santiago y Moca. Esta expansión ha sido posible gracias a una alianza estratégica entre la Escuela de Idiomas, las direcciones de dichos centros y nuestro decanato. Con la extensión universitaria de los cursos extracurriculares, no solo cumplimos una misión académica, sino también cultural, puesto que acceder a un nuevo idioma significa apropiarse de un nuevo universo simbólico y cultural que amplía la comprensión del mundo. Cada lengua representa una manera distinta de ver la realidad, de expresar la sensibilidad humana y de fortalecer el diálogo entre los pueblos. Miles de jóvenes dominicanos están siendo beneficiados con esta gran iniciativa, que les abre oportunidades de formación, intercambio y movilidad académica, al tiempo que les ofrece una ventaja competitiva en el ámbito laboral y profesional.
Paralelamente, estos programas han permitido a nuestra Facultad generar fondos complementarios que hemos destinado en gran medida al acondicionamiento de nuestros espacios físicos: hemos pintado todas las aulas, hemos remozado el edificio de la Escuela de Idiomas, con 14 aulas totalmente acondicionadas, y hemos reacondicionado un total de cincuenta aulas en el Edificio Dr. Pedro HenríquezUreña, asegurando un entorno digno y estimulante para el aprendizaje.
Sabemos que las condiciones humanas mejoran cuando el entorno es digno: baños limpios, jabón, papel y aulas ventiladas hacen posible un ambiente donde enseñar y aprender se convierte en una experiencia grata y productiva. Impartir docencia en aulas bien acondicionadas, con aire y limpieza, no es un lujo, sino un acto de respeto hacia la comunidad académica. Y todo esto lo hemos logrado sin sacrificar el principio que nos distingue: la UASD no es una institución capitalista, sino científica, social y humana.
Por eso, el costo de nuestros cursos de idiomas es de apenas 2,000 pesos dominicanos por bimestre, mientras otras instituciones cobran entre 6,000 y 12,000 pesos por nivel. Nuestra institución por primcipios apuesta a la calidad más que al lucro, razón por la cual nuestros procesos académicos y evaluativos son rigurosos y transparentes. Los horarios de docencia han sido diseñados con flexibilidad: sábados de 9:00 a 1:00 p.m., sábados de 2:00 a 6:00 p.m., domingos de 9:00 a 1:00 p.m. y durante la semana a partir de las 4:00 de la tarde. Además, hemos abierto espacios para la enseñanza de idiomas a niños desde los 10 años, amén de para adultos y para el público en general, con el propósito de democratizar el acceso a la formación lingüística de calidad.
Invitamos a toda la comunidad universitaria y al público en general a inscribirse en nuestros programas. Aprender un nuevo idioma no solo abre puertas profesionales, sino que amplía horizontes personales, culturales y humanos.
En definitiva, deseo expresar mi más profundo agradecimiento al personal docente y administrativo de la Facultad de Humanidades por su entrega, compromiso y sentido de pertenencia. Extiendo, asimismo, mis felicitaciones al señor director de la Escuela de Idiomas, a los coordinadores de cátedra, a los coordinadores de los cursos extracurriculares, a los profesores y estudiantes en sentido general, así como al Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades, cuyo respaldo ha sido fundamental para alcanzar estos resultados. Cada logro aquí narrado ha sido posible gracias a su dedicación y a su fe en este proyecto colectivo. Extiendo también mi sincero reconocimiento al señor Rector de la UASD, maestro Editrudys Beltrán Crisóstomo, por su apoyo incondicional a nuestras iniciativas, siempre guiadas por el amor a la academia, el respeto a la universidad pública y la convicción de que educar es servir al país.
El informe de mi gestión es, en esencia, una rendición de cuentas, pero también un acto de gratitud y de reafirmación de nuestro compromiso con la excelencia y con el porvenir de las Humanidades en la primera universidad del Nuevo Mundo (CONTINUARÁ)
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