Resumen

Este artículo de la serie dedicada a la Feria Internacional del Libro Santo Domingo (FILSD) 2025 explora el papel fundacional de las canciones de cuna y de la poesía infantil en la formación afectiva del ser humano. Desde una perspectiva poético-pedagógica, filosófica y amaramorista, se reflexiona sobre cómo el ritmo, la voz materna y la ternura expresada en forma poética constituyen los primeros vínculos con la lengua, incluso antes del habla. Se aborda el arrullo como gesto literario originario, el canto como herencia cultural y afectiva y la cuna como metáfora del cuidado encarnado. Finalmente, se vincula esta reflexión con el tema central de la FILSD 2025, que posiciona a la literatura infantil como eje para la transformación cultural.

Palabras clave: canción de cuna, arrullo, poesía infantil, ternura, amaramor, literatura originaria.

Introducción

Antes de que el niño sepa hablar, ya ha sido envuelto por palabras. Palabras cantadas, susurradas, rítmicas, que no buscan enseñar un contenido, sino sostener, proteger, consolar. En esta zona primigenia de la experiencia humana, la literatura no entra por los ojos, sino por el oído y la piel. Las canciones de cuna constituyen una de las formas más antiguas de poesía funcional: lengua amorosa convertida en melodía para inducir el sueño, sí, pero sobre todo para crear la certeza de un mundo acogedor. En este sentido, la poesía infantil no es una invención reciente ni un artificio escolar, sino el modo natural en que el ser humano es introducido a la lengua a través de la ternura.

Estudios recientes en lingüística, psicología afectiva y musicología coinciden en señalar que los primeros vínculos entre madre, cuidador y bebé son esencialmente sonoros, rítmicos y poéticos. Como plantea Marina Di Marco (2020), la poesía de la cuna no puede entenderse como un arte separado de la vida, sino como una forma de vida misma (p. 12). El presente artículo se propone explorar este territorio fundacional desde cinco ejes: la poética del arrullo, la voz materna como presencia, la canción de cuna como patrimonio, los ejemplos poéticos del amor que acuna y la cuna como metáfora del Amaramor.

  1. Poética del arrullo: el ritmo como cuidado

La primera música que envuelve al recién nacido es el ritmo del corazón de quien lo carga. De ahí que las canciones de cuna —las nanas, arrullos o lullabies— funcionen como una repetición afectiva de ese ritmo, pero ahora revestido de palabras. La estructura rítmica binaria, las sílabas repetidas, los diminutivos y las onomatopeyas no son elementos casuales, sino recursos poético-sonoros que cumplen una función de contención emocional.

Desde la perspectiva de la neurociencia afectiva, el ritmo lento y predecible de la nana tiene un efecto regulador en el sistema límbico del bebé. Como explica Altmann de Litvan (1998), citado por Banderas Grandela (2023), el canto de cuna opera como “idioma intermedio entre el balbuceo y el lenguaje abstracto de la madre” (p. 45). Es decir, una zona intermedia entre el sonido y el sentido, donde el cuerpo y la emoción preceden al significado lingüístico.

  1. Poesía y voz materna: el verbo como presencia

La voz de la madre —o de quien ejerce la función cuidadora— no es solo un canal sonoro. Es cuerpo, calor, gesto, presencia. La canción de cuna, en este contexto, es una forma de contacto poético. Más que transmitir información, la voz se convierte en refugio.

Como afirma Cerrillo (2007), citado en Banderas Grandela (2023), la nana es “la unión de voz, canto y movimiento de arrullo o balanceo” (p. 318). En ese sentido, no es una canción cualquiera, sino una experiencia corporalizada de la lengua. La poesía de la cuna no se recita: se mece. La palabra se hace carne y la carne se hace verbo. El niño no solo oye: siente.

  1. Canción de cuna como patrimonio poético

Desde una perspectiva cultural, las nanas forman parte del patrimonio inmaterial de la humanidad. Di Marco (2020) lo plantea con claridad:

“Originadas en el ámbito de la poesía funcional, estas formas líricas se ubican por fuera de lo que Benjamin identifica como la esfera de la autonomía del arte: en las canciones de cuna, el arte no puede separarse de la vida” (p. 12).

Este entrelazamiento entre arte y vida convierte a la canción de cuna en una forma ancestral de poesía encarnada. Antologías como Duérmete, niño (Menéndez-Ponte & Serna, 1999) o estudios como los de Fernández Poncela (2005) han rescatado cientos de nanas tradicionales de diversas culturas, evidenciando que —aunque cambien las melodías— el contenido simbólico es común: protección, ternura, promesa, continuidad.

  1. Ejemplos poéticos del amor que acuna

Los ejemplos de canciones de cuna, tradicionales o autorales, comparten un léxico afectivo constante: la noche, el sueño, el ángel, la estrella, la madre, el calor. En el marco del Virgilioamaramorismo, estos signos se reinterpretan desde la idea de la ternura activa, es decir, un amor que no solo cuida, sino que se expresa con palabras que curan.

“Duerme, mi niño, / duerme en la flor / de la palabra / que meció mi voz…”

Este fragmento amaramorista ilustra cómo la palabra poética puede ser cuna verbal: no solo dice el amor, sino que lo ejecuta. La literatura, aquí, no empieza cuando el niño aprende a leer, sino cuando es leído por la voz que lo arrulla.

  1. La cuna como metáfora del Amaramor

La cuna representa, en este enfoque, el primer espacio literario y afectivo de la vida. Es el lugar donde se aprende, no a hablar, sino a amar a través de la lengua. Desde el Virgilioamaramorismo, la cuna no es solo mueble, ni símbolo: es matriz ética. Es el origen de una filosofía afectiva de la lengua, en la que la palabra no solo comunica, sino que acoge.

Así, la canción de cuna se convierte en el modelo primigenio de toda educación literaria: una educación basada en la ternura, en la repetición amorosa, en el contacto entre voz y alma. Integrar estas formas al aula y al espacio cultural no es un gesto de nostalgia, sino un acto de reconocimiento y renovación.

Conclusión

Las canciones de cuna y la poesía infantil son, probablemente, las primeras formas de literatura que recibe todo ser humano. En ellas, de la lengua se vuelve arrullo, el verso se convierte en abrazo y la rima se transforma en promesa. Como ha sido anunciado por el ministro de cultura Roberto Ángel Salcedo (2025), la FILSD centrará su atención en la literatura infantil como eje temático. En este contexto, recuperar y revalorizar la canción de cuna como acto poético y afectivo cobra una profunda pertinencia.

El amor que acuna es también el amor que educa. Y educar desde la poesía es, quizás, la manera más originaria de cuidar la vida.

Referencias bibliográficas (APA, 7.ª ed.)

Banderas Grandela, D. (2023). Madres que arrullan: significaciones y funciones de la canción de cuna. Epistemus, 11(2), 1-19. https://doi.org/10.24215/18530494e059

Di Marco, M. (2020). Para dormir al niño escondido: Hacia una estética de las canciones de cuna a la luz de los escritos de Walter Benjamin. Caderno de Letras, 38, 11-25.

Fernández Poncela, A. M. (2005). Canción de cuna: Arrullo o desvelo. Anales de Antropología, 39(2), 189-213. https://doi.org/10.22201/iia.24486221e.2005.2.16810

Menéndez-Ponte, M., & Serna, C. (1999). Duérmete, niño. Antología de nanas tradicionales y de autor. SM.

Ministerio de Cultura de la República Dominicana. (2025, 14 de mayo). Roberto Ángel Salcedo anuncia Feria Internacional del Libro 2025 se celebrará a finales de septiembre. https://www.cultura.gob.do

Virgilio Hernández Pichardo

Educador, promotor cultural y escritor

Virgilio Hernández Pichardo. Es educador, promotor cultural y escritor. Doctor en Humanidades, en Estudios Sociales y Culturales del Caribe. Maestrías en Educación, Mención Planificación Educativa y en Lingüística Aplicada. Especialidades en Promoción de la lectura y la Literatura Infantil y en Lingüística Aplicada. Licenciado en educación, Mención Letras Modernas y Maestro Normal Primario. En el área cultural miembro fundador de los talleres literarios: “Líttera” de la Alianza Cibaeña. “2001” de la UTESA y “Letras Unidas” de Santiago. Ha sido expositor de trabajos en varias instituciones de Santiago y en Ferias del Libro. En el plano escritural ha escrito y publicado artículos y ensayos sobre el idioma español y literarios. Así como libros de poemas para niños y adultos. Ha desarrollado una propuesta teórica, práctica, espiritual, poética, educativa, antropológica, filosófica, lingüística, idiomática, literaria y cultural, llamada, Virgilioamaramorismo.

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