Conocíamos a Alex Ferreras Cuevas, al investigador, al académico y al poeta. En esta ocasión estamos conociendo al Alex dramaturgo, con la publicación de esta obra titulada "El telón de la patria" (2025). Con una foto de portada, bajo el título de "Gavilleros", con ISBN de la Editora Unicornio, San Juan, Puerto Rico. Impresa en Impresora Soto, Santo Domingo, R.D. Contiene 62 págs.

Esta obra fue editada y corregida por el académico y crítico literario Giovanni Di Pietro, con diseño y diagramación de Alexis Amado Santana.

Este es el resultado de una investigación realizada por el sujeto-autor, cumpliendo con su responsabilidad académica y personal para completar sus indagaciones para su tesis doctoral, al culminar sus estudios en la Universidad Católica Madre y Maestra (PUCAMAIMA).

Su tesis doctoral, "La imagen de la primera intervención militar de los Estados Unidos en la literatura dominicana (1916-1924)", publicada luego en formato de libro en el 2022, lo indujo a reflexionar sobre la no existencia de obras teatrales que, al momento de esa primera intervención militar gringa, proyectaron esa rechazable acción del poder militar y económico de los EE.UU. de Norteamérica.

Está dedicada a la memoria de "los niños guerrilleros" Secundino Silvestre, de 13 años, de San José de Los Llanos, y Belarmino Rodríguez, de la Línea Noroeste, de 14 años. A "Los Boas", niños de la resistencia de la Zona Colonial de Santo Domingo. Y a Félix Servio Ducoudray y su epopeya de gavilleros calumniada.

Además, presenta un agradecimiento al investigador e historiador, Alejandro Paulino Ramos, quien le facilitó una parte importante del valioso e indispensable material relacionado con el período y los eventos descritos en esta obra. Además, expresa agradecimiento a Giovanni Di Pietro por su respaldo en el proceso de escritura de esa obra de teatro.

El libro consta de un prólogo (págs. 15/17). Seguida de una distribución del reparto que le sirve de base expositiva, como una forma de orientar a los sujetos lectores y a quienes se dispongan a llevar a escena esa obra, sin olvidar el contexto, ya que son cuadros referenciales de la primera ocupación militar de los Estados Unidos de Norteamérica a nuestro país.

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Dr. Alexander Ferreras Cuevas, tomada de una de las solapas del libro, "El telón de la patria", obra de teatro (2025).

Aquí nos encontraremos con personajes que representan el lado de los yanquis y con personajes que representan el lado de los dominicanos. Me refiero al reparto de la obra, incluyendo a los personajes secundarios y otros personajes actuantes. En ambos lados, los nombres corresponden a personajes reales que actuaron durante y después de ese trágico momento de nuestro devenir histórico.

La obra consta de trece (13) actos, ambos con sus diferentes escenas de inicio y final, hasta llegar a la escena final y baja del telón.

Como podemos advertir, es una obra dramática, basada en hechos históricos reales, y, en este caso, su apego estricto a la evidencia sitúa al texto en un ambiente que amerita más rejuego de la inventiva, aunque esto distorsione la realidad tangible de la historia, porque ya ahí interviene el poder estético de la literatura, a través del teatro.

Eso es lo que advierto, que al momento de ser llevado a escena, el director pueda dejar de lado tanta realidad tangible e imprimirle a la obra más potencial imaginativo, donde la memoria se constituya en un reservatorio de la inventiva, para darle más dinamismo onírico a cada una de las escenas, sin alejarnos del contexto donde ocurrieron los hechos reales.

De todas maneras, el hecho de asumir nuestra historia para darle vida, desde la dramaturgia, como en este caso, es ya un gran aporte y una apuesta para los creadores nacionales, donde, una vez más, pueden encontrar el camino de nuestra realidad para nuestras creaciones literarias.

Quiero destacar la manera en que el sujeto autor asume la descripción de los gestos y de la personalidad de los personajes, para despertar en el lector y en el espectador asombro y admiración ante los hechos escenificados, como ocurre con el personaje Peynado (mirando con sumisión servil a Hughes): "Señor Hughes, es un honor contar con su presencia aquí". Mi país atraviesa un momento crítico, y dependemos de ustedes para lograr una paz duradera y justa").
(Ver pág. 59, obra citada).

Escoger ese ambiente de nuestra complicada historia nacional es un hecho muy importante, porque nos impulsa a volver los ojos sobre un escenario que, hasta la fecha, al día de hoy, intercede en nuestra realidad política, económica, educativa, política, cultural y militar.

Nada más basta recordar que, como resultado de esa primera invasión militar norteamericana, fue que nos impusieron la imborrable dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina y los demás oscuros episodios históricos de nuestra patria, incluyendo la segunda invasión militar del 1965 y los gobiernos del Dr. Joaquín Balaguer del 1966/1978.

Al elegir el teatro para traernos esos episodios de nuestra historia (1916-1924), este sujeto-autor nos recuerda la acción de Juan Pablo Duarte, al valorar el poder expresivo estético y dramático que brota del teatro, cuando él (Duarte) asume también el teatro para avanzar en la formación de La Trinitaria y organizar gente para luchar por la independencia nacional, contra el yugo haitiano del 1822-1844.

En esta obra, los maestros tienen la oportunidad de adaptarla para poner a sus estudiantes a escenificar o a dramatizar una parte de nuestra historia contemporánea, en y fuera de los espacios áulicos.

Admirable sería, para cualquier espectador, ver a un niño hacer el personaje de Fabio Fiallo cuando ("interrumpe emocionado") ¡exactamente! Una carta abierta, firmada por nosotros, los intelectuales dominicanos, en la que expliquemos al mundo cómo una cruel civilización nos llega por la puerta del patio, con bayonetas caladas, en una oscura noche de traiciones, de sorpresas y cobardías. Con eso podríamos captar la atención de otros países". (Ver pág. 35, obra citada).

Como muy bien aclara Giovanni Di Prieto, en su prólogo: (…) "Pues esta no es exactamente una obra teatral en términos estrictos; es más bien una obra que, al final, intenta dramatizar lo que es el gran amor que este escritor e investigador siente por su país, por su patria". (Ver párrafo final del prólogo, pág. 17, obra citada).

Ahí está el hecho, convertido en acción para la dramaturgia; en nosotros, como actores en movimiento, nos queda el reto de su lectura y escenificación sobre el interminable escenario de la vida.

Julio Cuevas

Poeta

Poeta, ensayista y crítico literario. Licenciatura en Educación, mención Filosofía y Letras-UASD. Maestria en Lingüística Aplicada-INTEC. Doctor en Derecho-O&M, con Maestria en Relaciones Internacionales, para el Área del Caribe-FLACSO-INTEC. Administración Cultural en Venezuela-OEA-CLACDEC. Fue Embajador, Encargado de Asuntos Culturales de la Cancillería dominicana. Ex-Secretario General de la Comisión Dominicana para la UNESCO. Es egresado de la Escuela Diplomática y Consular del Ministerio de Relaciones Exteriores. Actual Embajador Adscrito. Doctorado en Filosofía para un Mundo Global, Universidad País Vasco. OBRAS: ¨Epistolario del Crepúsculo¨, (poemas, 1974), ¨Visión Critica en Torno a la Poesía de Víctor Villegas¨, (Ensayo, 1975), ¨Testimonio del Tiempo¨ (poemas, 1986), ¨Homenaje en Tono Oblicuo¨ (poemas, 1992), ¨Los Cantos del Hierofante¨ (poemas, 1997),¨Poemas Tierra Adentro¨ (poema, 2008) y Literatura Infantil para el Desarrollo de la Creatividad y el Pensamiento Crítico (Ensayo,2013). Profesor Escuela de Letras UASD.

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