El sector cinematográfico cuenta con cuatro fechas que marcaron un precedente en su desarrollo. En Puerto Plata (1900) se uso un cinematógrafo de los hermanos Lumiére para proyectar una película, 15 años después el cineasta Rafael Colorado realizó la película extranjera titulada Excursión de José Diego en Santo Domingo; la Leyenda de Nuestra Señora de la Altagracia fue producida a cargo de los directores dominicanos Francisco Palau, Tuto Báez y Juan Alfonseca (1923). Después de un siglo, se promulgó la Ley de Cine 108-10, que cumple 14 años.
Estos cuatro acontecimientos fueron las primeras veces del cine dominicano, cuyo gasto tributario ha sumado RD$ 24,524 millones en los últimos 11 años. Mientras, la recaudación por la asistencia de 8,998,875 cinéfilos generó ingresos de RD$ 1,885 millones, equivale apenas al 7.6 % de lo que deja de percibir el Estado.
En 2011, el Ministerio de Hacienda destacó por primera vez la Ley 108-10 donde se establece la matriz de exenciones e incentivos tributarios para el desarrollo de la actividad cinematográfica. Pese a esto, fue en el 2014 que inició su proyección con una cifra de RD$ 283.3 millones, cuyo gasto quedó un 16.6 % por debajo de los ingresos por la venta de 1,353,907 taquillas, con RD$ 236.1 millones.
Para los siguientes años se comenzó a elevar el gasto tributario, es decir, los ingresos que el fisco dejará de percibir al otorgar un tratamiento impositivo preferencial para beneficiar sectores, industrias y contribuyentes.
Datos de Hacienda señalan que en 2015, las exoneraciones ascendieron a RD$ 1,063.8 millones, en 2016 unos RD$ 877 millones y en 2017 con RD$ 1,401.7 millones.
Si bien los datos de la Dirección General de Cine (DGCine) y la Oficina Nacional de Estadística (ONE) reportan que el 2018 fue el mejor año en términos de recaudo por venta de boletos, con RD$ 326.6 millones y 1,466,693 visitas a 23 estrenos nacionales. Sin embargo, estos ingresos compensaron apenas el 25.8 % del gasto tributario que ascendió a RD$ 1,265.6 millones.
En 2019 el gasto tributario se situó en RD$ 1,063.3 millones, mientras que para el siguiente año casi se duplicó, con RD$ 2,152.2 millones. En 2021, fue de RD$ 834.7 millones, similar a los ingresos reportados entre 2014 y 2016 por taquillas (RD$ 745.2 millones).
Según Hacienda, en 2022 el gasto tributario se situó en RD$ 5,012.5 millones, el segundo período con mayor cifra en el sector cinematográfico desde la promulgación de la Ley 108-10. Para ese año, el cine aún mostraba signos de recuperación de la pandemia COVID-19, y apenas los ingresos por taquilla se situaron en RD$ 42.6 millones por 157,950 asistencia.
En 2023, con RD$ 4,655.5 millones, fue el tercer año mayor pérdida para el Estado dominicano por concepto del séptimo arte. El recaudo fue de RD$ 107.2 millones, por debajo de los RD$ 189.3 millones de prepandemia. Datos de la ONE, DGCine y Hacienda indican una caída de 43.3 %.
Para este 2024, Hacienda proyectó una cifra de RD$ 5,915 millones, duplicando el primer gasto tributario reportado por el sector cinematográfico en 2014, pasó de RD$ 283.3 millones a RD$ 5,915 millones.