El Ministerio Público ya levantó su teoría de cómo ocurrió la muerte de David De Los Santos.
En esencia, ha acusado a siete imputados, de los cuales tres hombres eran compañeros de celda de la víctima y quienes, según la acusación, fueron los que atacaron a golpes a David De Los Santos. Los otros cuatro acusados son policías señalados como "coautores" de esta muerte, por haber permitido que bajo su guardia en el destacamento de Naco, los compañeros de celda de David ejecutaran una golpiza que desencadenó en su muerte.
De acuerdo con la solicitud de medida de coerción contra los siete imputados que se conocerá este viernes 13 de mayo, David de los Santos protagonizó una conversación extraña con dos empleadas de una tienda de la plaza Agora Mall, que desencadenó su detención en el destacamento policial del sector Naco.
Ya en el destacamento fue introducido por los policías en una celda, sin quitarle las esposas que tenía por la espalda. Y De Los Santos comenzó a gritar dentro de la celda, cosa que no gustó a tres de sus compañeros.
"…Esposado dentro de la celda, vociferó algunas palabras con voz altisonante, realizando una enorme bulla, situación que molestó a los imputados Santiago Mateo Victoriano, Michael Pérez Ramos y Jean Carlos Martínez Peña, quienes comenzaron a golpearlo en la cabeza y demás partes del cuerpo", describe el documento de solicitud de medida de coerción, que tiene a estos tres compañeros de celdas, como los principales autores de la golpiza que desencadenó en la muerte.
Los policías, entonces, rociaron en la celda gas pimienta. El Ministerio Público sostiene que este gesto fue una muestra de que los policías imputados "siempre tuvieron control de la situación, conocimiento, pero sobre todo participaron de manera activa" para que se materializaran la golpiza, "por lo que se configura la coautoría de la acción".
Los policías acusados de ser "coautores" de esta muerte son el capitán Domingo Alberto Rodríguez Rodríguez, el segundo teniente Germán García de la Cruz, el cabo Alfonso Decena Hernández y el raso San Manuel González García.
Es más, el hecho de que los policías esparcieran gas pimienta, molestó más a los compañeros de la celda. Y siguieron los golpes al hombre fuerte de contextura física, pero esposado. "Continuaron golpeándolo durante toda la noche, hasta dejarlo tendido en el piso inconsciente, siendo esto permitido por los miembros de la Policía Nacional", describe el Ministerio Público.
Los policías también ocultaron información
La solicitud de medida de coerción también explica que la hermana de David De los Santos, Sugeidy Correa, llamó al destacamento del Ensanche Naco, donde le confirmaron el jueves en la noche David de los Santos Correa se encontraba detenido allá. Ella solicitó vía telefónica que le permitieran hablar con su familiar, y el policía respondió que no estaba autorizado a pasar la llamada.
La Procuraduría sostiene que los policías ocultaron "de forma burlesca e inhumana", el estado de David De los Santos, que en ese momento ya se encontraba en condiciones críticas en el hospital Moscoso Puello, pues David De los Santos fue ingresado en la mañana del jueves 28 de mayo.
Cuando la familia de David visitó el destacamento, eran las 8:30 de la mañana del viernes 29 de mayo y fue entonces cuando los policías que estaban presentes le dijeron que su pariente había sido llevado al hospital, "porque le había subido la presión y que éste se había agredido físicamente golpeándose contra un escritorio, otra espantosa mentira dicha con el único objetivo de esquivar su responsabilidad penal (la de los policías) en los hechos".
La muerte de David De los Santos fue el detonante de indignación sobre otras muertes similares muy recientes: José Gregorio Custodio, de 38 años, falleció luego de haber estado detenido en un cuartel de Ocoa y Richard Rafael Báez, murió tras ser apresado por patrulleros que lo habrían golpeado en la sede de un destacamento de Cienfuegos, Santiago.
Estas muertes ha levantado reclamos de cambios profundos en la Policía Nacional, que motivaron al Gobierno a anunciar una serie de medidas que, en resumen, adelantan lo que contiene la reforma policial.