El obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís, monseñor Alfredo de la Cruz Baldera, abogó por la restauración de los valores patrios, cívicos y morales durante la celebración del Día de la Restauración.
Monseñor de la Cruz Baldera aseguró que la nación enfrenta amenazas no con armas, sino con poderes foráneos más sutiles, como el relativismo, la corrupción y la indiferencia.
Durante la homilía en la Catedral Santa Ana, destacó que la restauración de la patria implica recuperar el amor por la nación, la identidad y la familia.
Citando el evangelio, el obispo señaló que restaurar la patria requiere buscar primero la justicia de Dios, pues sin ella los demás esfuerzos resultan incompletos.
La restauración, explicó, no se limita a símbolos como la bandera o el himno, sino que comienza en la conciencia, el corazón y la conducta de cada ciudadano.
El obispo enfatizó que reconstruir la nación implica un acto espiritual, ético y cultural, devolviendo a la República Dominicana su alma católica y moral.
Citando a San Pedro, afirmó que el pueblo dominicano es un linaje escogido, con vocación y destino espiritual, y que la misión actual es restaurar la dominicanidad.
Monseñor de la Cruz Baldera recordó a héroes restauradores como Gregorio Luperón, Benito Monción, Pedro Antonio Pimentel y Gaspar Polanco, quienes devolvieron dignidad a la república.
Llamó a formar una nueva generación de restauradores, no con armas, sino con principios, desde la familia, la escuela, el altar y la comunidad.
La homilía concluyó con un llamado a restaurar Dios en la República y a construir una patria más santa, justa y verdaderamente libre, enfatizando la necesidad de restaurar la esperanza y la moral.
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