Una jueza federal ordenó el pasado viernes 4 de abril el regreso a EE.UU de un salvadoreño al que el Gobierno Trump deportó ilegalmente al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en su país natal, en el marco de una controvertida deportación sumaria que afecta también a más de 200 venezolanos.
La jueza Paula Xinis, en un tribunal de Maryland, dio un plazo hasta la medianoche de este lunes a la Administración del presidente Donald Trump para regresar a Estados Unidos a Kilmer Armado Abrego-García, orden que ha encontrado resistencia por parte de la administración del mandatario.
Hoy, la administración Trump solicitó a la Corte Suprema bloquear la orden de la jueza Xinis que le exige devolver a suelo norteamericano al hombre residente en Maryland.
Los abogados del inmigrante salvadoreño, de 29 años, demandaron al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) alegando que Abrego García estaba protegido por la orden de un tribunal y no debía ser deportado a El Salvador, donde su vida corre peligro.
Abrego-García, un residente en el condado de Prince George en Maryland, fue puesto en la mira de las autoridades después de que en 2019 un informante aseguró que era miembro de la banda criminal MS-13 (Mara Salvatrucha), y aunque inicialmente se decretó que podía ser deportado, tras solicitar asilo un juez le concedió una suspensión de dicha orden, de acuerdo a la demanda.
Sin embargo, ICE detuvo el pasado 12 de marzo a Abrego-García argumentando que su estatus había cambiado y lo enviaron a un centro de detención en Texas, desde donde fue enviado en uno de los tres aviones que el pasado 15 de marzo transportaron a más de 200 venezolanos y decenas de salvadoreños al país centroamericano, donde fueron confinados en el Cecot, la cárcel de máxima seguridad de ese país.
Tras la demanda, un funcionario de ICE y el Departamento de Justicia admitieron que la expulsión de Abrego-García "fue un error", aunque al mismo tiempo argumentó que las autoridades actuaron con "buena fe", pero que ya no podía traerlo de vuelta.
Sin embargo, la jueza Xinis dijo que el traslado de Abrego-García a El Salvador había sido “ilegal” y ordenó su regreso.
Abrego-García está casado con una ciudadana estadounidense, es padre de un niño de cinco años y tiene dos hijastros, todos nacidos en EE.UU.
“Kilmer (Abrego-García) es un padre excelente; siempre ha estado ahí para nuestros tres hijos y para todas sus necesidades. Dos de ellos tienen autismo y el tercero tiene epilepsia… Desde que nuestra familia se separó, me siento devastada y confundida. Perdí a mi pareja, mis hijos perdieron a su padre, por esta injusta separación familiar”, dijo Jennifer Vásquez, esposa del deportado.
Trump sugiere que el migrante expulsado por error a El Salvador pertenece a MS-13
El presidente estadounidense Donald Trump sugirió que el migrante deportado por error a una prisión salvadoreña pertenece a la pandilla MS-13, horas antes de que expire el plazo para su repatriación ordenada por una jueza.
"Alguien dijo que es miembro de la MS-13 y no del Tren de Aragua", otra pandilla, dijo el presidente estadounidense a periodistas a bordo del Air Force One el domingo por la noche.
"La MS-13 es una organización muy mala, quizás tan mala" como la venezolana Tren de Aragua, añadió, sin mencionar el nombre del migrante.
Una gorra de los Chicago Bulls, la 'prueba' en contra de Abrego-García
El salvadoreño Kilmer Armado Abrego-García vivía en Estados Unidos bajo estatus legal protegido hasta que fue trasladado a El Salvador junto con cientos de presuntos pandilleros el 15 de marzo.
En 2019, durante el primer mandato de Trump, se le acusó de ser pandillero, pero no fue condenado por ningún delito y un juez prohibió que fuera deportado porque corre peligro en su país de origen. Está casado con una estadounidense.
El Departamento de Justicia reconoció que Abrego-García fue deportado debido a un "error administrativo".
En un documento de 22 páginas publicado el domingo, la jueza apoyó su decisión y rechazó la solicitud de los abogados de la administración Trump de suspender la orden de repatriación mientras un tribunal decide sobre su apelación.
Los abogados de la administración Trump "reconocen que no tenían autoridad legal para arrestarlo, ninguna justificación para detenerlo, ningún motivo para enviarlo a El Salvador, y mucho menos para enviarlo a una de las cárceles más peligrosas" de América Latina, escribió.
El Departamento de Seguridad Interior (DHS) "se basó principalmente en una única acusación no fundamentada de que Abrego-García era miembro de la MS-13″, añadió la jueza Paula Xinis en su fallo del viernes.
La jueza señala en una nota a pie de página que "la 'prueba' contra Abrego-García se basa únicamente en su gorra de los Chicago Bulls, una sudadera con capucha, y una acusación vaga y no corroborada de un informante de que pertenecía" a la rama de la MS-13 en Nueva York, "lugar donde nunca vivió".
A mediados de febrero, Donald Trump designó a ocho grupos criminales de América Latina como organizaciones "terroristas" globales, incluidos varios cárteles de la droga y las bandas MS-13 y Tren de Aragua.
Las oenegés y la oposición demócrata critican duramente al gobierno por haber enviado a migrantes en situación irregular a El Salvador invocando la Ley de enemigos extranjeros de 1798, basándose en elementos triviales como los tatuajes.
Con información de AFP, Efe y otros servicios de Acento
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