La coordinadora general de Participación Ciudadana, Leidy Blanco García, afirmó que República Dominicana cuenta con las capacidades técnicas para enfrentar los desafíos en materia de salud mental, pero subrayó la urgencia de que el Estado asuma el tema como una política pública de largo plazo.
Blanco advirtió que los problemas de salud mental no solo inciden en los niveles de violencia, sino también en la vida familiar, escolar y comunitaria.
Qué pena que no se integrara antes en una política de Estado, pero es importante comenzar ahora y que no sea solo una reacción coyuntural, sino un compromiso a futuro que toque fibras importantes como la familia, los hogares y las escuelas, expresó.
Enfatizó que la prevención depende de la inversión estatal, pues sin recursos no es posible implementar programas sostenibles: “El Estado tiene que identificar los fondos para hablar de prevención. Solo a partir de ahí se podrá enfrentar de manera efectiva los efectos de la salud mental en la sociedad”.
Por su parte, el coordinador de la Pastoral Penitenciaria, Fray Arístides Jiménez, alertó sobre el crecimiento de violencias inéditas en el país, que calificó como “signos de una enfermedad psicosocial”.
“Estamos viendo una articulación peligrosa de la destrucción de nuestra humanidad. La sociedad dominicana está dando señales de que el tejido social se desgarrándose y es urgente que todas las instituciones locales y organizaciones actúen sin excusas ni discusiones”, manifestó el religioso.
Fray Arístides llamó a revisar los valores y objetivos que las familias transmiten a las nuevas generaciones, al considerar que la falta de cohesión familiar agrava las patologías sociales.
Tanto Blanco García como Arístides Jiménez coincidieron en que la salud mental debe ser una prioridad nacional, no solo para enfrentar la violencia, sino para garantizar una vida más equilibrada y segura para la población.
Estas declaraciones fueron ofrecidas en la Primera Conferencia Internacional de Justicia Abierta, un encuentro que reunió a más de 500 participantes de 21 países.
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