Río de Janeiro vivió este martes escenas de guerra en la operación policial más letal contra el crimen organizado en la historia de la ciudad, que dejó al menos 64 muertos y suscitó críticas de la ONU.
Unos 2.500 policías fuertemente armados penetraron en dos zonas populares del norte de la ciudad, donde hubo tiroteos, incendios y enfrentamientos con presuntos criminales.
El objetivo del "Operativo Contención" es combatir el Comando Vermelho, la mayor organización criminal de Río de Janeiro que opera en las favelas, territorios pobres y densamente poblados de la urbe brasileña.
El gobernador conservador Cláudio Castro informó de 60 sospechosos muertos en la operación policial "mayor" de Río, apoyada por dos helicópteros.
Una fuente de su administración indicó a la AFP que había además cuatro policías fallecidos. Un total de 81 personas fueron detenidas.
Ráfagas de disparos atemorizaron a la población de y los comercios y escuelas permanecieron cerrados.
"Está todo el mundo aterrorizado porque es mucho ruido de disparos", dijo por teléfono una fuente que participa en proyectos sociales en el complejo de Penha y que pidió el anonimato.
Un fotógrafo de la AFP vio cómo agentes con armamento pesado custodiaban a unos veinte jóvenes apiñados y sentados en la acera, con la cabeza gacha, descalzos y sin camiseta, en la favela Vila Cruzeiro, de Penha.
Otros detenidos avanzaban juntos con los brazos esposados detrás.
En el hospital Getulio Vargas de la misma favela, llegaron cadáveres de civiles y policías muertos, mientras los tiros no cesaban afuera, constató la AFP.
Castro publicó un vídeo en X de un dron lanzando un proyecto desde el cielo.
"Es así como la policía de Río de Janeiro es recibida por los criminales: con bombas lanzadas por drones. (…) Es narcoterrorismo", dijo.
Más de 50 autobuses del transporte público fueron utilizados para armar barricadas por parte de supuestos criminales, informó el sindicato del ramo en Río.
Caos total
Los operativos policiales contra el crimen organizado son frecuentes en las barriadas pobres de Río, donde los agentes suelen enfrentarse a tiros con traficantes y la población sufre en medio del fuego cruzado.
La operación provocó perturbaciones en la ciudad, con vías centrales completamente cerradas o bloqueadas.
"Está todo parado y nos quedamos sin bus, sin nada, en este caos y sin saber qué hacer", dijo Regina Pinheiro, una jubilada de 70 años que intentaba regresar a su casa.
En decenas de escuelas de la acaudalada zona sur de Rio, donde se encuentran los barrios de Copacabana e Ipanema, se pidió retirar más temprano a los alumnos para liberar a los profesores frente a la situación de alerta.
El servicio de metro estaba desbordado debido a que los habitantes iban de regresar a sus casas.
Hasta ahora, la operación más letal en Río, donde viven unos seis millones de personas, había tenido lugar durante la pandemia de covid, en 2021, con saldo de 28 muertos en un solo día.
Decomisaron "una gran cantidad de droga", además de 75 fusiles, afirmó Castro, aliado político del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
El gobernador aseguró que la operación, fruto de una investigación de más de un año, abrió un "área del tamaño de dos Copacabanas enteras. Es decir, muy, muy grande".
La ONU "horrorizada"
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU dijo estar "horrorizada" por la operación policial, y recordó a las autoridades brasileñas "sus obligaciones" bajo las leyes internacionales.
"Una operación policial que resulta en la muerte de más de 60 habitantes y policías es una enorme tragedia", afirmó de su lado César Muñoz, director de Human Rights Watch en Brasil, que pidió al Ministerio Público investigaciones para esclarecer las circunstancias de "cada muerte".
El diputado y pastor evangélico Henrique Vieira denunció en X que el gobierno estatal trata a la favela "como territorio enemigo, con licencia para tirar y matar".
La corte suprema de Brasil impuso en 2020 algunas restricciones a los operativos en las favelas, como limitar el uso de helicópteros y las acciones en áreas próximas a escuelas o centros de salud.
Estas medidas fueron levantadas este año por decisión del supremo.
En 2024, alrededor de 700 personas murieron en intervenciones de las fuerzas del orden en Río, casi dos por día.
(CON INFORMACIONES DE LAS AGENCIAS EFE Y AFP)
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