La migración marítima en el Caribe se ha convertido en una ruta de “alto riesgo” para miles de personas que se embarcan en una travesía, en busca de nuevas oportunidades fuera de su país de origen, sin medir las consecuencias.

De acuerdo con el informe “Estado de las migraciones que atañen a la República Dominicana 2023”, realizado por el Centro para la Observación Migratoria y el Desarrollo Social en el Caribe (Obmica) estas travesías irregulares, realizadas en embarcaciones precarias y sin condiciones para la navegación han dejado un saldo de 249 muertes y desapariciones en alta mar, convirtiendo al Caribe en una de las regiones más peligrosas para la migración por vía marítima.

Rutas como la que conecta Cuba con Florida, Venezuela con islas cercanas del Caribe, el Pasaje de la Mona entre República Dominicana y Puerto Rico, entre otras, son utilizadas frecuentemente por migrantes de distintos países, pese a los riesgos en estas vías.

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Obmica destacó que los migrantes que utilizan estas rutas corren el riesgo de ahogarse en naufragios y quedar varados en el mar.

La principal causa de muerte de personas migrantes en el Caribe es el ahogamiento en naufragios a lo largo de las rutas de migración marítima, caracterizada por las malas condiciones climatológicas, fenómenos ambientales extremos que dificultan la navegación, con embarcaciones artesanales en malas condiciones que no están diseñadas para realizar cruces de alta mar. Dados estos factores, es muy probable que se presenten “naufragios invisibles”, de los cuales ni las autoridades oficiales ni los medios de comunicación tienen noticia.

En ese orden, subrayó que en 2023 la ruta con más víctimas es la que va de Cuba a Estados Unidos, registrando 142 muertes; seguida por la de República Dominicana a Puerto Rico con 91; las Islas Canarias con 15 y la de Haití a República Dominicana con 1, para un total de 249 según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Aclaró que estas rutas no se usan únicamente por migrantes de Latinoamérica y el Caribe en su objetivo de llegar a Estados Unidos, indicando que han detectado casos de naufragios o desapariciones de embarcaciones que transportaban personas africanas, con 3 casos similares entre el 2021 y el 2022 con un total de 70 fallecidos en embarcaciones encontradas en Trinidad y Tobago, Turcas y Caicos, y Granada, así como una embarcación en Turcas y Caicos en el 2023.

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Asimismo, Obmica resaltó que una ruta muy conocida en el Caribe es la que va desde Cuba hasta el estado de Florida en Estados Unidos, indicando que es menos utilizada ahora que en décadas anteriores pero los migrantes continúan arriesgando sus vidas al intentar cruzarla en embarcaciones que no están en condiciones de navegar.

Señaló también la ruta marítima que conecta Venezuela con las islas del Caribe, la cual parte desde los puertos La Guaira y Falcón, hacia diferentes islas del Caribe, entre ellas Aruba, Curazao y Bonaire, y en particular hacia Trinidad y Tobago por su proximidad geográfica.

Otra ruta común en el Caribe es la que cruza el Pasaje de la Mona, un estrecho de 130 kilómetros entre República Dominicana y Puerto Rico, en el cual los migrantes que viajan por esta ruta enfrentan riesgos de muerte, especialmente si utilizan embarcaciones no aptas para navegar que pueden hundirse o volcar en el océano.

En el 2022, el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM registró 269 muertes y desapariciones de personas migrantes en la región del Caribe, de los cuales 27 corresponden a niños, niñas y adolescentes y 61 a mujeres.

Aunque en el informe Obmica documentó 269 muertes y desapariciones de migrantes en el Caribe en 2022, en su portal hay registro de al menos 321 casos.

Actualmente no existe información sobre migrantes dominicanos desaparecidos en corredores distintos al Pasaje de la Mona. De acuerdo a Obmica esto es debido a que las investigaciones se centran en poblaciones más propensas a recibir asilo (cubanas,haitianas, venezolanas, nicaragüenses) o de mayor cantidad (mexicanas).