El Ejército de República Dominicana realizó operativos durante el mes de agosto en la frontera terrestre enfocados en controlar la migración ilegal, frenar el contrabando, mantener la seguridad ciudadana y colaborar con otras instituciones estatales.
Asimismo, como resultado del fortalecimiento de los controles y medidas de seguridad en la frontera implementados por las autoridades, se realizaron diversas incautaciones y detenciones. En el ámbito de la interdicción migratoria, se procedió a la detención de 15,625 ciudadanos haitianos en condición migratoria irregular, quienes fueron entregados a la Dirección General de Migración para gestionar el correspondiente proceso de repatriación.
En ese mismo período fueron puestas a disposición del Ministerio Público 70 personas, 65 de las cuales acusadas por tráfico de indocumentados y seis por contrabando de mercancías procedente de Haití.
Según el informe proporcionado por el ejército, dichas operaciones se llevaron a cabo entre el 1 y el 31 de agosto por miembros de la institución agrupados en brigadas y batallones en la zona fronteriza, principalmente.
En otros operativos se incautaron de 2,251,385 cigarrillos extranjeros, así como diferentes tipos y marcas de bebidas alcohólicas y otros productos ingresados ilegalmente al país.
Durante las acciones realizadas por los militares, también fueron retenidos 247 vehículos utilizados en actividades ilícitas. entre estos figuran, tres autobuses, 10 camiones, cinco camionetas, 14 automóviles, 14 pipetas, 10 minibuses y 191 motocicletas.
En un comunicado de prensa, el Ejército reitera su compromiso de actuar de manera decidida y en coordinación con las demás instituciones del Estado, con el objetivo de combatir las actividades ilícitas que afectan la seguridad y el orden en la zona fronteriza.
El Gobierno ha fortalecido las operaciones de patrullaje en la frontera, incorporando tecnología de vigilancia avanzada y consolidando la colaboración con agencias de inteligencia para enfrentar el flujo migratorio irregular. No obstante, la amplitud y permeabilidad de la frontera, sumadas a la grave crisis económica y social en Haití, continúan representando desafíos significativos.
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