La conmemoración del Día Internacional de la Mujer este 2025 encuentra a Centroamérica y República Dominicana inmersa en un alza de los feminicidios y de las muertes violentas de mujeres, con alertas de activistas sobre la impunidad, inoperancia de la Justicia ante la necesidad de una mayor protección para esta población y para afrontar la violencia machista.

De acuerdo con los datos oficiales y de organizaciones no gubernamentales, en 2024 murieron al menos 1.118 mujeres en Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Honduras y Panamá. Muchos de estos casos se tipificaron como feminicidio, otros como muerte violenta u homicidio doloso.

Pero casi todos los países reportaron un alza de muertes de mujeres a causa de su propia condición de mujeres (feminicidio) o de decesos violentos.

Las cifras

En Guatemala, un país de 18,2 millones de habitantes según datos de 2023 del Banco Mundial (BM), registró en 2024 un total de 576 muertes violentas de mujeres, un 15 % más que el año anterior, según las autoridades.

En 2024 un total de 72 mujeres murieron de forma violenta en Nicaragua, un país de 6,8 millones de habitantes, que el año anterior había registrado 52 casos, según los datos del Observatorio de Violencia de la organización feminista Católicas por el Derecho a Decidir.

Los datos del Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia del Poder Judicial de Costa Rica, de 5,1 millones de habitantes, indican que en 2024 ocurrieron 81 homicidios dolosos de mujeres, de los que 30 están tipificados como feminicidio, una cifra menor al registro de 2023 (31), pero superior a la de 2022 (26) y de 2021 (20).

En 2024 Panamá, un país de 4,2 millones de habitantes, registró 23 feminicidios, un 53 % más que los 15 del año anterior, y 26 casos de muerte violenta de mujeres, un 16 % menos que los 31 de 2023, de acuerdo con las estadísticas de la Fiscalía.

Honduras, con una población de 10,6 millones de habitantes, contabilizó 231 mujeres asesinadas en 2024, y en lo que va de 2025 se han registrado al menos 48 casos.

En 2024 en El Salvador se registraron al menos 38 feminicidios, según la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa), mientras que en República Dominicana al menos 71 mujeres murieron a manos de sus parejas o exparejas, según los datos de la Fundación Vida sin Violencia.

Impunidad y falta de operatividad del sistema judicial

Activistas de derechos humanos y grupos feministas denuncian que la impunidad y la inoperancia de los sistemas judiciales permiten que la violencia machista siga cobrando vidas en estos países, donde están arraigados los estereotipos de género.

En Honduras, el 96 % de los casos de mujeres asesinadas siguen impunes, según afirmó a EFE Wendy Cruz, de la organización Vía Campesina.

El centro de investigación Diálogos, de Guatemala, reveló que el 95 % de las denuncias por violencia contra la mujer son desestimadas por el Ministerio Público (Fiscalía) o se estancan dentro del sistema de justicia.

En Costa Rica, la disminución de la inversión pública, el deterioro de instituciones rectoras del sector social y la injerencia del narcotráfico, son factores detonantes del aumento de las violencias, siendo las mujeres de todas las edades quienes sufren un mayor impacto por su exposición al abuso basado en género, a la trata y al reclutamiento forzado, según expuso el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil) en una audiencia esta semana en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).

En Panamá, de las 23.032 denuncias por violencia doméstica, maltrato al menor, incumplimiento de deberes familiares como la pensión alimenticia, etc. que se presentaron ante las autoridades en 2023, un total de 19.203 fueron archivados, lo que devela que "algo no está funcionando en el sistema", dijo a EFE la directora legal de la Fundación Todas Somos, Dayana Bernal.

Desde 2014 y tras una reforma constitucional, solo se considera feminicidio en Nicaragua cuando entre víctima y victimario existe o existió una relación sentimental. En este escenario, las feministas nicaragüenses acusan al Estado de indolencia y complicidad con la violencia machista.

La Justicia salvadoreña emite condenas por feminicidio de entre 20 y 50 años, pero las autoridades de Seguridad no brindan estadísticas sobre las muertes que se registran año con año en el país.