En su discurso durante la rendición de cuentas el 27 de febrero de 2025, el presidente Luis Abinader anunció un "hallazgo de gran potencial" para el país: las tierras raras.
Estos minerales son esenciales para la fabricación de tecnologías avanzadas como imanes de alto rendimiento, baterías recargables, turbinas eólicas, sistemas de comunicación, entre otros, que son clave para la innovación y sostenibilidad a nivel global.
Abinader destacó que la exploración y la futura explotación de tierras raras en República Dominicana representan una "oportunidad estratégica sin precedentes" para el país.
Aseguró que, con una visión de futuro y responsabilidad ambiental, el país podría convertirse en un referente mundial en la explotación sostenible de estos recursos.
Desde hace 18 meses, el Gobierno ha impulsado un proceso de exploración en la región de Pedernales, en la reserva minera de Ávila, una zona rica en tierras raras.
Abinader informó que, en la primera fase del proceso, la Universidad de Barcelona colaboró en los estudios preliminares, y en la siguiente etapa, se contrató al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos para realizar mediciones precisas.
El presidente también detalló que desde septiembre de 2024, se iniciaron los sondeos, análisis y evaluaciones técnicas que permitirán estimar con precisión las reservas de tierras raras para el año 2026.
"En tan solo un año hemos avanzado lo que normalmente tomaría tres," aseguró Abinader.
Con el fin de garantizar la gobernanza y transparencia en el proceso, el Gobierno creó en agosto de 2024 la Empresa Minera Dominicana (EMIDOM), una entidad 100% estatal destinada a gestionar la extracción y procesamiento de estos minerales, asegurando que los beneficios sean para el pueblo dominicano.
El presidente subrayó que el valor de las tierras raras en el mercado global es altamente competitivo, oscilando entre los 50 y los 750 dólares por kilogramo.
Abinader concluyó el tema asegurando que, si las evaluaciones confirman la viabilidad económica, social y ambiental de su explotación, las tierras raras serán una fuente de progreso para todos los dominicanos.
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