El turismo LGTBI mantiene un crecimiento anual global del 10 %, según expertos consultados por EFE, que sostienen que la ola conservadora que ha llevado al poder a líderes como Donald Trump o Javier Milei no ha afectado y que ciudades latinas como Buenos Aires y Río de Janeiro se mantienen como mecas de este sector turístico.
Fitur es una ejemplo "de la importancia que tiene para el turismo la comunidad LGTBI", ya que muchos de los países que participan disponen en sus estands de espacios dedicados exclusivamente a promocionar esta oferta, explica el responsable del área dedicada a este segmento de negocio en Fitur, Juan Martín.
En una entrevista con EFE, aseguró que "el turismo gay está en expansión" y la ola conservadora que lideran políticos con un discurso contrario a las políticas de diversidad o directamente homófobo no ha perjudicado al sector, "aunque algunos destinos ganan clientes y otros los pierden".
Buenos Aires y Río de Janeiro, mecas del turismo LGTBI
La llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina ha incentivado los discursos de odio y ha recortado las inversiones en turismo, según Martín, pero no ha perjudicado al sector turístico de Buenos Aires especializado en diversidad sexual.
"Buenos Aires y Argentina son cosas diferentes -aclara la directora de Visit Buenos Aires, Karina Perticone-. Las locuras que pueda decir Milei no cambian la actitud de los bonaerenses".
Perticone aclara a EFE que la ley argentina que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo fue impulsada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 2002 al margen del estado argentino, convirtiendo a la capital del país en la primera jurisdicción de América Latina en legalizarlo.
En 2010 se extendió también a parejas no residentes en Buenos Aires, lo que impulsó un turismo de bodas que persiste hoy en día y que la ciudad promociona.
Otra meca tradicional del turismo LGTBI en Latinoamérica es Río de Janeiro, una ciudad que perdió puntos entre la comunidad gay durante el gobierno de Jair Bolsonaro, pero que sigue siendo un destino muy cotizado.
"Bolsonaro tiene un discurso abiertamente homófobo que provocó que durante su mandato algunos turistas que tenían previsto viajar a Brasil finalmente se decidieran por Uruguay", asegura la asesora de la división de turismo de la Intendencia de Montevideo, Lía Fernández.
"Con Milei no ha pasado esto porque su discurso no es tan claramente homófobo -añade-, aunque la subida de precios en Argentina ha puesto el coste de la vida al nivel de Uruguay y eso nos ha beneficiado".
Uruguay, entre los países más amigables con los gais
Uruguay es el único país latinoamericano situado entre los 10 más amigables con los homosexuales en el Índice de Igualdad que publica Equaldex, una publicación online sobre los derechos LGTBI por países.
La razón es que en la tolerancia a la diversidad "se respira en todo el territorio, no solo en las grandes capitales", según Fernández, cosa que permite a Uruguay ofrecer turismo inclusivo en zonas rurales.
A nivel legislativo es uno de los países más avanzados del mundo y, no solo permite el matrimonio entre personas el mismo sexo, sino que también tiene una Ley Trans.
"Los transexuales tienen dificultades para viajar a ciertos lugares por el riesgo de ser agredidos -explica la presidenta de Transexualia, Cristina Jiménez-. Uruguay es un buen destino para ellos, aunque en general evitan Latinoamérica. De hecho, lo normal es lo contrario, es decir, que las personas transgénero latinoamericanas intenten emigrar a Europa".
En todo caso no son un segmento de población tan atractivo para los operadores turísticos como los homosexuales porque, en general, no tienen su nivel adquisitivo.
"Los trans tienen muchos problemas socioeconómicos y serias dificultades para inserirse en el mercado laboral -puntualiza Martín-mientras que los gais suelen tener un buen nivel adquisitivo sin cargas familiares y viajan mucho en cualquier época del año".
"La comunidad LGTBI es un sector de la población que genera beneficios a la industria turística y de ocio, por eso la mayor parte de los gobiernos con ideología homófoba tienen dos caras: una cosa es el discurso y otra las políticas que implementan", concluye.