República Dominicana tiene desafíos significativos en la lucha contra el cáncer, que va desde el impacto económico por el incremento de los costos asociado a las etapas avanzadas de la enfermedad, hasta la mejora en el acceso al diagnóstico temprano, sobre todo en zonas rurales.
El costo estimado por paciente de cáncer en el país, es de aproximadamente US$ 13,179 anuales en etapa uno, mientras que en etapa cuatro se duplica, alcanzando los US$ 28,910. Esto quiere decir que un diagnóstico en etapa o estadio temprano puede reducir significativamente los costos.
Este mismo monto es el promedio de gasto directo por pacientes en países de América Latina, de acuerdo con un estudio desarrollado por el Instituto Sueco de Economía en Salud. Los costos médicos anuales en países de altos ingresos es mayor, oscilan entre los US$ 20,000 a US$ 100,000 entre las etapas uno y tres, y pueden llegar a los US$ 300,000 en etapa cuatro.
Barreras
De acuerdo con el estudio Mejorando los resultados para mujeres con cáncer de mama triple negativo en América Latina: un análisis extendido, los retos actuales que tiene el país con esta enfermedad, sobre todo el subtipo CMTN (cáncer de mama triple negativo) son el diagnóstico tardío y barreras geográficas.
Sostiene que la falta de programas de tamizaje poblacional y la escasez de equipos limita la detección temprana. También, establece una baja participación en programas de detección.
Entre 2020 y 2022, solo 82 mujeres en tratamiento de cáncer de mama en el Incart se registraron en el programa de Detección Temprana del Cáncer (PDOC).
En cuanto a las barreras geográficas, el estudio afirma que mujeres que viven en áreas rurales enfrenta dificultad de acceso a mamografías.
Asimismo, sostiene que hay una insuficiencia de médicos patólogos, oncólogos y capacitados en mamografía. Para ello, se basa en datos del Sistema Nacional de Salud (SNS) de 2019, de que la región Noroeste contaba con 17.5 médicos por cada 10 mil habitantes y en Valdesia 12.1.
En cuanto al personal de enfermería, la densidad era de 7.2 por cada 10 mil habitantes en la región Enriquillo y solo 2.1 en el Este.
También evidencia, de acuerdo con el análisis las dificultades en la coordinación entre diagnóstico y tratamiento, falta de pruebas de biomarcadores y oportunidades en acceso a terapias en el sector público.
Capacidad del sistema de salud
De acuerdo con datos del Incart, el 98 por ciento de los casos de cáncer de mama no cuentan con un registro de estadio (etapas), lo que dificulta el seguimiento y planificación de tratamiento, sostiene el estudio.
También, sostiene que hay limitación de cobertura, destacando que el copago de hasta 30 por ciento del tratamiento es una barrera importante, especialmente en personas de bajos recursos.
Recomendaciones
Aumentar la alfabetización en salud, promover la autoexploración y eliminar barreras geográficas y económicas pata el tamizaje, son parte de las recomendaciones para República Dominicana y países de la región.
También promover la capacitación y disponibilidad de personal médico e invertir en infraestructuras diagnósticas y de tratamiento.
“Invertir en detección temprana del cáncer de mama triple negativo salvaría vidas y reduciría costos, mejorando la calidad de vida de las mujeres en República Dominicana”, plantea.
Indica que, aunque hay iniciativas recientes como el programa de detección temprana del cáncer que busca mejorar la identificación temprana, aún el 60 por ciento de los casos de diagnostican en etapas avanzadas.
Entre los subtipos, el cáncer de mama triple negativo (CMTN) se destaca por su agresividad y desafío en el tratamiento. Afecta entre el 13 y 21 por ciento de los cacos de cáncer de mama en la región.
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