La intensidad de la guerra deja decenas sino cientos de heridos cada día. Los frentes de batallas están llenos de historias de voluntarios que arriesgan sus vidas por evacuarlos y llevarlos a un lugar seguro donde puedan empezar su tratamiento. Entre ellos está la organización Hospitallers cuyos voluntarios realizan diferentes misiones para salvar la vida de quienes defienden a su país.
Anna hace equilibrio mientras pone una inyección a Dimitri, un soldado ucraniano que ha salido herido del frente. Es voluntaria en la organización Hospitallers que trabaja en la evacuación de heridos desde el frente de batalla hasta hospitales en grandes ciudades. Esta misión la realizan en un bus adaptado para hacer una sala de emergencias.
Anna es voluntaria y cuenta: “Era un grupo de tres y solo él fue herido”. Se refiere a Dmitri, que recibió varias heridas de bala. Anna lo limpia y le aplica las medicinas mientras él va acostado en una de las camas habilitadas.
“Nosotros tratamos de darles lo que necesitan en el momento. Muchas veces nos están agradecidos, pero realmente los que tienen que agradecer somos nosotros” señaló Anna.
Junto a ella, otro grupo de voluntarios caminan de un lado a otro del autobús. Entre ellos se reparten el cuidado de los 28 pacientes. Oleksander, cirujano infantil, y quien lidera la misión cuenta que lo más importante de su trabajo es escucharlos: “Muchas veces pueden esperar a ser evacuados de las posiciones una semana, 10 días”, indicó.
La dificultad para evacuar tiene grandes consecuencias en los heridos. Muchas heridas terminan por complicarse por la tardanza, cuenta Oleksander. “Desafortunadamente es un problema muy grande porque no son heridas tan graves, pero la infección va tomando más, más, más, más fuerza.. Y al final una pierna puede ser amputada”.
De allí que su equipo empiece las curaciones desde el mismo momento que entran en el bus. Saben que cada minuto que ganen ayudara a los soldados no solo a salvar su vida, sino a recuperarse con mayor prontitud.
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