El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue apuntando a una posible intervención militar en Irán. Radio Francia Internacional entrevistó a un experto en la materia, que destacó el carácter "impredecible" de Trump pese a que la mayoría de su partido no quiere entrar en una guerra. También destacó que a Teherán no le queda ningún aliado en el que apoyarse.
El presidente Donald Trump sigue manteniendo su ambigüedad ante la posibilidad de que Estados Unidos entre en el conflicto entre Israel e Irán. El presidente estadounidense respondió ante la prensa que su paciencia "ya se ha agotado", aunque finalmente esgrimió que "nada es demasiado tarde" en cuanto a unas posibles negociaciones, tras informar de que el gobierno iraní se había puesto en contacto con él para mantener conversaciones.
La participación de Washington en esta guerra junto a Israel, su aliado en la región, no está descartada. "Donald Trump es imprevisible, es una persona que es difícil saber qué conducta va a tomar, pero lo que sí podemos decir es que en el partido Republicano hay mucho debate sobre esto, porque efectivamente un sector muy importante no quiere entrar en la guerra", explica a RFI Fernando Pedrosa, profesor en Ciencias Políticas de la Universidad de Buenos Aires.
"Entrar en el conflicto tiene consecuencias"
"Se puede entrar y bombardear, pero eso tiene consecuencias", explica el analista, "porque puede caer un gobierno y cuando caen estos regímenes, en general, no continúa un gobierno democrático con todo en orden, sino que hay guerras civiles y hay fragmentación territorial".
Fernando Pedrosa destaca además que Estados Unidos ya ha realizado operaciones militares en el pasado: "Por la experiencia en Afganistán, la experiencia en Irak, saben que meterse, aunque sea tirando bombas, va a tener un costo altísimo y Donald Trump no está muy dispuesto a eso".
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Irán, sin aliados ante Israel
Por el momento, Irán está respondiendo a los ataques israelíes con sus propios misiles, pero el desequilibrio es visible, aun sin contar con Estados Unidos en la ecuación. Además, tampoco puede contar con aliados. "Irán no tiene ni a China ni mucho menos a Rusia. Si Estados Unidos interviniera, no se van a meter", explica el profesor de la UBA sobre las dos potencias tradicionalmente enemigas de Washington.
A eso añade que Israel se ha encargado de eliminar a aquellos aliados tradicionales de la república islámica: "Irán lo que tenía era Hezbolá, tenía a Hamás, tenía a los hutíes en Yemen, pero ellos están destruidos. Hoy Irán está sola frente a la adversidad".
Igualmente, hay un componente religioso en su aislamiento, como destaca Fernando Pedrosa: "Hay que decir que Irán en el mundo musulmán es una parte muy minoritaria, que son los chiíes, y que los suníes los sienten como enemigos blasfemos. Es un pequeño grupo dentro del Islam que está muy repudiado por la gran mayoría y tampoco tiene aliados religiosos ahí".
No obstante, nuestro experto destaca también que Israel y Estados Unidos deben hacer frente a la volatilidad debido al carácter religioso de las autoridades iraníes: "Su conducción política y militar está muy ligada a la cuestión religiosa, como en Pakistán. Ese tipo de conducción no es pragmática. Hay condimentos de fanatismo religioso que son muy difíciles de anticipar, que no responden a cálculos racionales".
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