El sábado pasado, Dubái registró una temperatura récord de 51,6 grados, la más alta jamás medida en el planeta en el mes de mayo. Este espectacular acontecimiento ilustra la multiplicación de las olas de calor en todo el mundo. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) prevé incluso que el calentamiento global podría superar los +1,5 grados en cuatro años, un umbral crucial fijado por el Acuerdo de París sobre el clima, adoptado hace justo diez años.
Por Simon Rozé
¿Cómo se mide con precisión la temperatura en todo el planeta, en cualquier lugar y en cualquier momento?
La respuesta es a la vez simple y compleja: gracias a una multitud de termómetros. La red mundial de climatología histórica cuenta con unas 100.000 estaciones repartidas en 180 países, así como en los océanos. Estas estaciones meteorológicas, complementadas con globos sonda, boyas, radares y satélites, constituyen una enorme base de datos. Las mediciones se realizan siguiendo normas estrictas: la temperatura del aire se mide protegida, a dos metros de altura, evitando las sombras proyectadas y las superficies calientes como el asfalto.
A pesar de todas estas precauciones, pueden producirse errores. Por ejemplo, el año pasado, las autoridades indias anunciaron un récord de 52,3 grados en Nueva Delhi, pero esta medición fue invalidada tras ser verificada por la OMM debido a un sensor defectuoso. De hecho, la mayoría de las mediciones y todos los récords anunciados son verificados de forma independiente por la Organización Meteorológica Mundial para garantizar su fiabilidad.
Récords históricos y controversias
Algunos récords históricos siguen siendo objeto de debate. Por ejemplo, la temperatura de 56,7 grados registrada en 1913 en el Valle de la Muerte, en Estados Unidos, sigue siendo oficialmente válida, aunque se cuestiona debido a las condiciones locales particulares en el momento de la medición. Las temperaturas récord más recientes y fiables se acercan más a los 54 grados, medidas de nuevo en el Valle de la Muerte, así como en Kuwait y Pakistán.
Haciendo la media de todas estas temperaturas, se determina si un mes o un año ha sido el más cálido jamás registrado. Sin embargo, el proceso es más complejo de lo que parece. Los diferentes organismos no siempre llegan a los mismos resultados, ya que sus promedios pueden variar en unas centésimas de grado. Los datos se interpretan mediante herramientas de “reanálisis”, y los resultados dependen de los modelos utilizados por los organismos europeos o estadounidenses. A pesar de estas mínimas diferencias, las tendencias son comunes: el calentamiento global se está dejando sentir y los últimos diez años han sido los más cálidos jamás registrados. El año 2024 ya es el más cálido registrado, y 2025 parece seguir la misma tendencia.
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