Tras prorrogar hasta el 17 de septiembre el plazo impuesto a la popular aplicación china de vídeos cortos para vender su filial en Estados Unidos, el Presidente estadounidense ha dicho que está “muy cerca” de un acuerdo con Pekín. Para los conservadores estadounidenses, lo que está en juego también es electoral.
Por: Nathanaël Vittrant
Los aranceles y la guerra comercial no son los únicos problemas que han envenenado las relaciones entre Washington y Pekín desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. El futuro de TikTok también es fuente de tensión.
Durante su primer mandato, Donald Trump acusó a la aplicación de servir a los intereses de los servicios de espionaje de Pekín, amenazando con prohibirla en Estados Unidos. Pero al final fue Joe Biden quien, con el apoyo del Congreso, firmó el decreto que obligaba a ByteDance, la matriz china, a vender su filial estadounidense o arriesgarse a entrar en la lista negra. Donald Trump no ha dado marcha atrás en este decreto, aunque desde entonces, al igual que con los aranceles, ha retrasado constantemente la fecha límite, fijada ahora para el 17 de septiembre.
El viernes pasado, desde el Air Force One, el Presidente estadounidense aseguró a los periodistas que un acuerdo estaba “muy cerca”. “El lunes o el martes hablaremos de ello con China, con el presidente Xi o con uno de sus representantes”, dijo al grupo de periodistas a bordo del avión presidencial. "Probablemente tendremos que obtener la aprobación de China… pero eso no es seguro. En cualquier caso, es un buen acuerdo para China y para nosotros".
Un acuerdo a la vista según Donald Trump
Donald Trump ha asegurado que ha encontrado un comprador estadounidense, mencionando a “un grupo de personas muy ricas”, sin dar más detalles. El miércoles 9 de julio, Reuters informó de que TikTok estaba preparando una aplicación exclusiva para el mercado estadounidense, lo que parecería confirmar la hipótesis de que un acuerdo era inminente.
Inmediatamente, ByteDance desmintió con esta información, al igual que la empresa china había rechazado anteriormente los rumores de venta a un grupo de empresas estadounidenses liderado por Oracle. El lunes, un portavoz del Gobierno chino se limitó a decir que la postura de Pekín al respecto no había cambiado.
No lo suficiente para frenar el optimismo desenfrenado de Donald Trump, que también está convencido de que un “acuerdo” traería “mucho dinero” a Estados Unidos. Una afirmación contraintuitiva a primera vista: si una o varias empresas estadounidenses compraran TikTok, les costaría varias decenas de miles de millones de dólares, y no al revés.
Pero eso no tiene en cuenta la lógica del presidente estadounidense, que mezcla alegremente intereses públicos y privados. “Sin licencia, TikTok no vale nada”, declaró Donald Trump en enero. "Pero con licencia, vale cientos de miles de millones de dólares. Así que estaba pensando que podríamos decirle a alguien que lo comprara y diera la mitad a Estados Unidos a cambio de una licencia. Estados Unidos estaría muy agradecido”.
También una cuestión electora
Pero el interés de Donald Trump por la aplicación ByteDance dista mucho de ser sólo económico. “Ganamos el voto de los jóvenes gracias a TikTok, así que tengo debilidad por TikTok”, recordaba en enero el presidente estadounidense, de repente mucho más conciliador con la app.
Mientras tanto, Donald y sus aliados quizá se hayan dado cuenta de que TikTok no sólo había ayudado al candidato republicano con los jóvenes.
En medio de un artículo del servicio de datos del Washington Post sobre el giro hacia el bando conservador entre las minorías de Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido, se encuentra un análisis más detallado del voto entre las personas racializadas, aquellas a las que el periódico llama “no blancas”. Tradicionalmente, esta categoría de la población ha tendido a votar a los demócratas, incluso cuando son conservadores en cuanto a valores o economía. Pero esto es cada vez menos así, sobre todo cuando no se informan a través del medio mayoritario en Estados Unidos: la televisión.
Las minorías que se informan de otras maneras votan igual a demócratas que a republicanos. Y el único medio donde están mejor representados que los blancos es…. TikTok. Controlar la aplicación china y hacerse con su algoritmo es, por tanto, una inversión electoral estratégica para los conservadores estadounidenses y, por ende, para Donald Trump.
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