Desde el miércoles, el noreste de Japón es devastado por varios incendios forestales, los más fuertes en 30 años. Unas 2.000 personas huyeron de la zona afectada, otras están en refugios. Al menos una persona murió.
Con el corresponsal de RFI en Tokio, Frédéric Charles, y la AFP
Estos incendios forestales se concentran en la prefectura de Iwate, apodada el Tíbet de Japón, una región salvaje donde la naturaleza es reina.
"Seguimos examinando la magnitud de la zona afectada pero es la más grande desde 1992″, indicó el sábado un portavoz de la agencia gubernamental de manejo de desastres. Entonces, un incendio destruyó 1.030 hectáreas en Kushiro, en la isla septentrional de Hokkaido.
1.200 hectáreas arrasadas
Según informaciones de la prensa, el actual incendio ya se propagó por 1.800 hectáreas. Unas 2.000 personas han huido de las zonas alrededor de la ciudad. Muchos se han refugiado con amigos o familiares, y más de 1.200 han sido llevados a refugios. Al menos una persona murió.
Los bomberos, apoyados por el ejército, siguen sin poder contrarrestar esta sucesión de incendios forestales. Más de 1.700 bomberos de las prefecturas vecinas luchan, pero sus vehículos están mal adaptados a las estrechas carreteras de montaña. Los helicópteros del ejército intentan extinguir las llamas, pero los fuertes vientos a veces les impiden volar.
La causa exacta de estos incendios sigue siendo desconocida. Los incendios forestales en Japón se concentran de febrero a abril, cuando el aire se seca y los vientos se intensifican.
Una región azotada por el tsunami de 2011
En marzo de 2011, la costa de Iwate fue sumergida por el gigantesco tsunami que azotó Tohoku, al noreste del archipiélago. Sus olas fueron hasta 10 kilómetros tierra adentro. Las autoridades reconstruyeron las aldeas destruidas, lejos de la costa, lo más alto posible.
Hoy en día, los supervivientes del terremoto de fuerza 9 en la escala de Richter y del tsunami, que han reconstruido sus vidas en las regiones montañosas de Iwate, están atrapados en los incendios forestales. Para algunos de ellos, sus hogares son destruidos por segunda vez.
Según los datos del gobierno, el número de incendios forestales había descendido desde que alcanzara un punto álgido en la década de 1970, aunque el país registró unos 1.300 en 2023. El año 2024 fue también el más caluroso jamás registrado en Japón, según la agencia meteorológica nacional (JMA), en un contexto de multiplicación de los fenómenos extremos en todo el mundo como consecuencia del cambio climático.
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