En vísperas de la festividad que marca el final del Ramadán, se vuelve a hablar de una tregua en Gaza. Hamás acepta la propuesta de los mediadores de devolver cinco rehenes. Israel pedía el doble. Numerosos israelíes salieron a la calle la noche del sábado 29 de marzo para presionar al gobierno a aceptar la vía de la negociación.
Con el corresponsal en Jerusalén, Michel Paul
Familiares de rehenes y manifestantes piden una nueva tregua. Decenas de miles de personas se congregaron en varias ciudades israelíes tras una semana especialmente agitada en Israel. Los manifestantes afirman que sólo un acuerdo puede salvar a los cautivos que siguen retenidos en Gaza.
"Debemos aceptar todas las ofertas posibles. Todos los planes son buenos, especialmente si conducen a la recuperación de los rehenes y al fin de las hostilidades. Ese es el objetivo principal: poner fin a la guerra. Las vidas humanas son lo más importante. Eso es lo que les explico a mis alumnos", dice Amnon, manifestante y profesor de historia en un instituto de Jerusalén.
Se acaba el tiempo
Hamás acepta un plan para la liberación de cinco rehenes, entre ellos el estadounidense-israelí Edan Alexander. Tras consultas de seguridad, Israel presentó una contrapropuesta que pedía la liberación de diez rehenes. “El tiempo se acaba”, subraya Rimon Levi, asiduo a estas manifestaciones.
“Esperamos que la población de Gaza se levante contra Hamás, pero si no lo hizo durante un año y medio de guerra, no podrá hacerlo ahora, aunque haya pequeñas manifestaciones”, explica.
El sábado por la noche, Hamás publicó un vídeo del rehén Elkana Bohbot. Su familia dijo estar muy preocupada y aterrorizada. “¿Cuánto tiempo más podrá sobrevivir?”, se preguntaban sus parientes.
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