Los mexicanos empezarán a elegir el próximo 1 de junio a todos sus jueces, en un ejercicio inédito en el mundo, que el oficialismo de izquierda defiende como panacea contra la impunidad, mientras según sus críticos consolidará un régimen autoritario y abrirá una rendija a los criminales.
Este domingo, el pueblo mexicano votarán por sus jueces y magistrados. Será la primera vez después de la aprobación de la controvertida reforma del Poder Judicial en septiembre de 2024.
Son casi 900 cargos: de los jueces locales hasta los ministros de la Suprema Corte, los mexicanos van a decidir en las urnas la totalidad del nuevo poder judicial del país. En la casilla, tendrán seis boletas de color diferente, una para cada cargo.
Representar al pueblo
Ahí, los votantes tendrán que escoger entre decenas de candidatos, la mayoría desconocidos por el público, pero cumpliendo ciertos criterios obligatorios. Entre ellos, que representen al pueblo.
Ese fue el punto destacado por el Gobierno al presentar la reforma del Poder Judicial en septiembre de 2024. Cuando unos denunciaron un sistema que valoraría más la política que el mérito, el partido presidencial Morena apostó con devolverle al pueblo un poder judicial legítimo, señalado anteriormente como sistema corrupto y alejado de los mexicanos.
Pero la complejidad de este proceso electoral podría repercutir en la participación y una tasa baja sería sinónimo de fracaso para la reforma.
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