Los conservadores, liderados por Friedrich Merz, se impusieron en las elecciones alemanas de manera holgada, por delante de una extrema derecha que consiguió su mayor apoyo histórico en unos comicios después de la II Guerra Mundial. Aun así, Merz confirmó que su formación, la CDU/CSU, no negociará con ellos y todo se encamina a un acuerdo con los socialdemócratas del canciller saliente Olaf Scholz, tercero en la votación, para formar una gran coalición.
La CDU/CSU, el partido conservador liderado por Friedrich Merz, venció en las elecciones legislativas de Alemania, en unos comicios en los que la extrema derecha, Alternativa para Alemania, AfD, logró un registro récord del 20,8% de las papeletas.
Friedrich Merz, cuya formación se hizo con el 28,5% de las papeletas, se comprometió a emprender este lunes las difíciles conversaciones para conformar una coalición de gobierno, descartando cualquier pacto con AfD y con la advertencia de que "el mundo no nos está esperando"
El líder conservador alertó sobre el peligro de parálisis en Berlín, en momentos que Trump trastorna el orden internacional, la economía alemana está en recesión y la sociedad está dividida después de una campaña polarizante.
Tras su victoria en las elecciones del domingo, Merz declaró que una Europa Unida debe reforzar su propia defensa y que no tiene "ilusiones con lo que va a venir de Estados Unidos".
Los socialdemócratas (SPD) del canciller saliente Olaf Scholz cayeron hasta el 16,4% de los votos y los Verdes, cuarta fuerza más votada, registró un 11,6%.
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Pese a la intensa campaña, dominada por temas migratorios, Merz deberá acercarse a sus rivales en las elecciones. El SPD participará en las negociaciones sin Scholz, quien asumió la responsabilidad de una "derrota amarga". Su popular ministro de Defensa, Boris Pistorius, deberá tener un papel más activo.
Merz, un abogado de 69 años, defendió su duro tono en la campaña, pero aclaró en tono conciliador que "ahora debemos conversar entre nosotros". "Debemos formar un gobierno estable lo antes posible, con una mayoría buena y estable", dijo.
La extrema derecha, fuera del gobierno
AfD impuso sus temas durante la campaña, que se desarrolló en un clima tenso, pautado por varios atentados mortales llevados a cabo en las últimas semanas por extranjeros en el país. Merz y los líderes de otros grandes partidos prometieron dejar al partido de extrema derecha, de orientación igualmente prorrussa, fuera del gobierno detrás de un "muro protector de cooperación".
Influyeron en el auge de la extrema derecha la campañas y declaraciones de Trump y sus allegados. El vicepresidente estadounidense JD Vance y el multimillonario Elon Musk, asesor de Trump, apoyaron a AfD, aumentando la visibilidad del partido.
Las elecciones anticipadas del domingo se celebraron en la víspera del tercer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, vivida como una conmoción en Alemania.
El conflicto puso fin al suministro de gas ruso y el país acogió a más de un millón de ucranianos y se perfila como un foco de contención entre Europa y Estados Unidos.
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