Los mortíferos combates en Siria entre fuerzas de seguridad y partidarios de Bashar al-Asad, y las sangrientas matanzas cometidas contra civiles en la costa están causando gran preocupación en el vecino Líbano. Se reportaron tensiones en barrios alauitas y sunitas en Trípoli, la segunda ciudad más grande del país, en el norte.
Con el corresponsal de RFI en Beirut, Paul Khalifeh
Un posible contagio de los acontecimientos que tienen lugar en la costa siria preocupa a la clase política libanesa. Gébran Bassil, presidente del Movimiento Patriótico Libre, fundado por el ex jefe de Estado Michel Aoun, habló de "un gran peligro que amenaza a toda la región" de Oriente Medio. Según este político cristiano, "el Líbano no se librará del proyecto de partición de Siria".
El Partido Socialista Progresista también ha dado la voz de alarma. Lo que está sucediendo en Siria constituye "una amenaza para la seguridad de toda la región", dijo en un comunicado el partido, que representa a la comunidad drusa en el Líbano.
Ola de éxodo
Notables alauitas en Trípoli entregaron el domingo a las autoridades libanesas a un joven de la comunidad sospechoso de apuñalar a un adolescente. Tras el incidente, se escucharon intensos disparos en barrios populares sunitas y alauitas, donde el Ejército libanés reforzó su despliegue el domingo por temor a una explosión de la situación.
Los combates en Siria han provocado una nueva ola de éxodo hacia el Líbano. Unos 10.000 sirios, entre alauitas y cristianos, han encontrado refugio en la llanura de Akkar, cerca de la frontera con Siria, según un funcionario local citado por la televisión saudita Al-Hadath.
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