La llamada telefónica que debe tener lugar este martes entre Trump y Putin podría ser decisiva para el futuro de Ucrania, ya que discutirán sobre las condiciones de un alto el fuego entre Rusia y Ucrania. De esta negociación están excluidos los europeos, pero Macron hace esfuerzos para tener un lugar en la mesa de conversaciones. El análisis de Valérie Gas, editorialista de RFI.
El presidente francés está haciendo todo lo posible para que los europeos no queden como espectadores de una negociación vital para ellos. Macron ha multiplicado los intentos para desempeñar un papel y apoyar a Ucrania.
En los últimos días, el presidente francés ha reunido en París a los jefes de Estado Mayor de los países de la OTAN, con excepción de los Estados Unidos, ha preparado un plan de paz con el jefe de gobierno británico y tiene previsto reunirse este 18 de marzo con el futuro canciller Merz en ocasión de un viaje a Berlín, después de haber recibido el día anterior al nuevo primer ministro canadiense en el Elíseo.
Disuadir a Trump de cualquier concesión a Putin
No hay tiempo muerto en la agenda presidencial. Macron tiene un discurso cada vez más firme frente a Putin. Según Macron, el mandatario ruso no es el que tiene que "aceptar o no" la presencia de fuerzas aliadas en Ucrania, pues esta es una decisión europea.
Esta es su forma de posicionarse sobre una de las cuestiones más sensibles de la negociación sobre el alto el fuego: el posible envío de tropas europeas a Ucrania para garantizar el cumplimiento de un eventual acuerdo y para incitar a Donald Trump a no ceder ante Vladimir Putin.
Un parlamentario de su partido considera que el presidente es quien "encarna a Europa" en este período. Una posición que mejora su imagen en la escena nacional: su popularidad aumenta.
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