Después de la fuerte sequía, Ecuador enfrenta un episodio de lluvias intensas que han provocado inundaciones, crecida de ríos y deslizamientos. Las provincias más afectadas son Oro, Loja y Manabí donde el gobierno mantiene la alerta roja así como también en Guayas, Los Ríos, Esmeraldas y Santa Elena.
En enero, los aguaceros pusieron fin a la peor sequía que vivió el país en los últimos 60 años pero la intensidad de las precipitaciones de este fin de semana han dejado un panorama desolador en lugares de Manabí y Loja.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) da cuenta de ocho fallecidos y 50.000 damnificados en tres días.
En Manabí y Loja, las lluvias que comenzaron el viernes han provocado escenas de destrucción con infraestructuras como carreteras afectadas, inundaciones de viviendas, deslizamiento de tierras y desbordamiento de ríos.
El presidente, Daniel Noboa, ha ordenado a los Ministerios de Transporte e Interior que se coordinen para movilizarse juntos en la provincia de Manabí, según dijo este domingo a través de su cuenta en la red social X.
Noboa culpó “a la falta de planificación adecuada” las consecuencias en esta zona que sufre cada año de inundaciones en los mismos barrancos.
Hasta el momento se han activado 14 alojamientos temporales, donde 593 personas reciben apoyo. El pronóstico no es muy alentador ya que se prevé que las lluvias sigan siendo intensas en los próximos días. (con agencias)
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