Ultraderecha e izquierda salen a las calles de París este domingo en sendas manifestación de apoyo y rechazo a Le Pen. La líder del RN ha sido condenada a cinco años de inhabilitación política por malversación de fondos europeos en una sentencia que ha supuesto un terremoto político en Francia.
La ultraderecha saca músculo este domingo en las calles de París. El partido de Le Pen ha convocado una concentración en apoyo a la líder condenada por la Justicia esta semana a cinco años de inhabilitación por malversación de fondos europeos para financiar su partido vía asistentes. El problema para el RN, un partido que se dice de ley y orden, sin embargo, es el riesgo de que las movilizaciones terminen en desórdenes públicos. Varios autocares han sido puestos a disposición de simpatizantes del partido que acuden a París para una concentración que se desarrollará este domingo por la tarde en la plaza Vauban, cerca de Invalides.
El RN decidió tras conocer la sentencia comenzar una campaña de críticas al sistema judicial y a movilizar a sus seguidores en la calle. El Tribunal de Apelación de París confirmó después que recibió los recursos de Le Pen y aseguró que “debería” alcanzar una resolución en verano de 2026. Es decir, la líder del RN sabría unos diez meses antes de las elecciones presidenciales de 2027 si puede presentarse.
Paralelamente a la concentración de la extrema derecha, la izquierda también sale a las calles de la capital francesa este domingo en una contramanifestación organizada por La Francia Insumisa, el partido de izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon en la plaza de la República, justo antes de la de los simpatizantes de Le Pen.
Marine Le Pen, ya empezó a inflamar la situación el lunes por la noche en TF1 con una fuerte arremetida contra la Justicia considerando que “millones de franceses han sido privados de su candidata” y tachando la condena que la inhabilita cinco años de forma inmediata por malversación de fondos europeos como una “decisión política”. La Justicia y Europa habrían maniobrado de forma conjunta para apartarla de la carrera en un complot que ahora mismo es gasolina en las cuentas de la extrema derecha que agitan las redes sociales. Le Pen ha pasado claramente a la ofensiva como estrategia y quiere utilizar la condena para erigirse en mártir del “sistema” y de los jueces.
La calle y la clase política no son unánimes a la hora de valorar la condena. Un 57% de los franceses consideran la sentencia justa por los hechos reprobados según un sondeo de la cadena BFMTV. Mientras se abren numerosas preguntas políticas, tanto de la estrategia a seguir en la calle como en la de posible recambio para las presidenciales. El delfín de Le Pen, Jordan Bardella, sería el recambio más probable.
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