El campamento de refugiados de Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza, enfrenta una situación sanitaria crítica. Hay una sobrepoblación de personas desplazadas, viviendas precarias, escasez de infraestructura sanitaria y, sobre todo, muy pocos sanitarios, lo que constituye uno de los principales problemas. Reportaje desde la Franja de Gaza por Férial Abdou, con nuestra corresponsal en Jerusalén, Frédérique Misslin
Para Fathi, de 72 años, encontrar sanitarios accesibles y limpios en el campamento de desplazados de Deir al-Balah es una prueba diaria. El anciano sufre de dolores en las rodillas y tiene dificultades para moverse.
"No puedo describir lo difícil que es encontrar sanitarios", explica el septuagenario. "Toda la mañana busco simplemente un lugar apartado de la multitud para orinar. No hay ninguno. No tengo sanitarios en mi tienda".
Organizarse a pesar de todo
Saadyeh, por su parte, encontró la manera de organizarse, algo primordial para esta madre de cinco hijos. Desde su llegada al campamento, pidió ayuda a su familia:
"Mis dos cuñados cavaron un agujero muy profundo. Les llevé barras largas de acero para que no cayéramos dentro, y tenía una lámina de techo de acero", indica Saadyeh. "Le hicimos un agujero del tamaño de una abertura de sanitario. Recuperé persianas y edredones, y así construimos los sanitarios. Encima instalé una mosquitera, y así fue como lo logré", continúa.
Instalaciones improvisadas
Luego, Saadyeh añade: "Hay más de 3.000 tiendas aquí, y todos comparten solo dos sanitarios. Por eso cada quien en el campamento empezó a construir los suyos dentro de su tienda".
Cuando pueden, las familias improvisan instalaciones, ya que después de una hora de uso, los sanitarios del campamento se vuelven inutilizables. Y debido a la falta de agua y productos de limpieza, las enfermedades se propagan.
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