En Estados Unidos, la Administración Trump sigue adelante con su agenda. Y para ello, el presidente puede contar con un fiel más. El Senado ha confirmado por un estrecho margen a Kash Patel como director del FBI. Es el último de aquellos cuyo nombramiento no era necesariamente automático.
Como los Tres Mosqueteros, ahora están completos, pues ya son cuatro. Kash Patel fue confirmado por el Senado por 51 votos a favor y 49 en contra. Le faltaron dos votos para alcanzar la mayoría republicana, pero no fueron suficientes para impedir sus nombramiento. Por lo tanto, dirigirá el FBI con la idea de perseguir a los enemigos políticos de Donald Trump, ya sean representantes electos o incluso periodistas, como él mismo ha mencionado, informa nuestro corresponsal en Washington Guillaume Naudin.
Kash Patel, exfiscal federal de 44 años, es un firme partidario de Donald Trump muy criticado por la oposición demócrata, en particular por su defensa de los atacantes del Capitolio del 6 de enero de 2020 y su apoyo en el pasado al movimiento conspirativo de extrema derecha QAnon. “Todos los agentes del FBI estarán protegidos de represalias políticas”, declaró durante su comparecencia ante el Senado el mes pasado.
Hijo de inmigrantes indios
Nacido en Nueva York, Kash Patel es hijo de inmigrantes indios y trabajó en varios puestos de responsabilidad en la primera Administración Trump (2017-2021), entre ellos como director para la lucha antiterrorista. Sucede a Christopher Wray al frente del FBI, que dimitió tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre.
Aunque se ha sido materia de debates, su confirmación no es una sorpresa. Antes que él, fue confirmada como directora de Inteligencia Nacional Tulsi Gabbard, con su notoria postura prorrusa, que al final solo se adelantó un poco a su jefe.
Lealtad inquebrantable a Trump
Robert Kennedy Jr, famoso por poner en duda la eficacia de las vacunas, en particular la vacuna Covid, es secretario de Sanidad. Y Pete Hegseth, ex presentador de televisión conocido por su alcoholismo y sus problemas de comportamiento con las mujeres, se ha convertido en Secretario de Defensa.
Todos los miembros de este top cuatro tienen algo en común: su lealtad y probablemente incluso su sometimiento a Donald Trump. Este es quizás también el caso de los miembros de la mayoría republicana, que han preferido no correr el riesgo de ir contra la amenaza de que les impongan un adversario apoyado por Donald Trump en su próxima campaña de reelección.
Compartir esta nota