En el noveno día del conflicto entre Irán e Israel, el Estado hebreo endurece las normas impuestas a los periodistas, reforzando la censura militar, en particular sobre los reportajes desde las zonas de combate y los lugares atacados. En la noche del viernes 20 al sábado 21 de junio, se intensificaron los lanzamientos de misiles iraníes. Por su parte, Israel confirmó haber llevado a cabo un ataque contra la central nuclear de Isfahán.
Con Michel Paul, corresponsal de RFI en Jerusalén
A partir de ahora, se necesita una autorización por escrito para cualquier reportaje realizado desde un lugar afectado por un misil o una zona de combate. En particular, las retransmisiones en directo que podrían permitir a los servicios iraníes obtener información en tiempo real sobre la precisión de sus disparos. Las medidas se dirigen especialmente a las cámaras fijas instaladas por agencias de prensa o cadenas de televisión, tanto israelíes como extranjeras, que difunden sus imágenes las 24 horas del día.
Se trata de un problema aún más delicado para las autoridades israelíes cuando se trata de instalaciones militares. El censor militar considera que el incumplimiento de esta directiva “puede perjudicar gravemente la seguridad del Estado”. Advierte que se tomará medidas legales contra todo infractor.
Récord de contenidos censurados en 2024
Según varios medios de comunicación israelíes, el número de artículos y reportajes censurados en 2024 alcanzó un récord. Ese mismo año, se cerraron en Israel las oficinas de la cadena catarí Al Jazeera.
Durante la última semana, la censura militar ha intentado reforzar su control sobre los periodistas con estas nuevas directrices. Una medida cada vez más difícil de aplicar en la era de las redes sociales.
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