Los sindicatos griegos llamaron el miércoles a una nueva huelga general de 24 horas, la segunda en Grecia en lo que va de año, para reclamar mejoras salariales, una movilización que afectó sobre todo a los transportes.
Por la corresponsal de RFI en Atenas
Grecia ha amanecido este miércoles completamente paralizada por la tercera huelga general de 24 horas en lo que va de año.
Convocada por los dos principales sindicatos del país, ADEDY y GSEE, la huelga afecta a los sectores público y privado.
En los principales puertos del país, los barcos permanecen amarrados; tampoco circulan trenes ni autobuses, y el metro de la capital griega funcionará solo durante unas horas
Los controladores aéreos también se han unido a la huelga, lo que ha provocado la cancelación todos los vuelos.
El sindicato ADEDY fustiga el gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis, cuya política contribuyó a "la subida de los precios de la vivienda, consecuencia del desarrollo turístico anárquico" que se ha transformado en una crisis del alojamiento.
El gremio reclama aumentos salariales que "tras 10 años de paralización" sólo aumentaron 4% el año pasado y 1% este año.
Pese a un crecimiento elevado (2,2% en 2024), los salarios en Grecia siguen siendo especialmente bajos, y las tasas no dejan de aumentar en un país donde la inflación alcanzó una media de 3,5% en 2024.
Grecia, junto con Bulgaria, lidera la lista de países de la UE con menor capacidad adquisitiva.
Aunque el Ejecutivo heleno ha anunciado un aumento del 6% en el salario mínimo, que ahora alcanzará los 880 euros, los sindicatos exigen un "aumento real de los salarios", medidas contra la crisis de vivienda, la restauración de las pagas extras eliminadas durante la crisis económica y la firma de convenios colectivos.
Además de las mejoras salariales, los griegos también piden justicia para las 57 víctimas mortales que provocó el choque frontal de dos trenes en 2023.
La situación sigue siendo tensa y se espera que las protestas se intensifiquen a lo largo del día.
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