En Estados Unidos, el establishment de Seguridad Nacional y Defensa de la administración Trump está revuelto. El escándalo del sistema de mensajería Signal, utilizado por un grupo de funcionarios para hablar de planes para atacar Yemen, ha provocado una investigación en el Pentágono. Según varios medios de comunicación estadounidenses, el director de la agencia de inteligencia estadounidense NSA, Timothy Haugh, y su número dos, Wendy Noble, han sido destituidos.
El inspector general del Departamento de Defensa va a investigar el uso que su jefe, Pete Hegseth, hizo del sistema de mensajería Signal tras la brecha de seguridad relacionada con los ataques estadounidenses contra los hutíes en Yemen. Se lo ha comunicado directamente al ministro Pete Hegseth. Investigará hasta qué punto él y otros funcionarios de Defensa recurrieron a la mensajería comercial en lugar de a las herramientas oficiales encriptadas para discutir asuntos muy delicados, incluyendo accidentalmente a un periodista en el proceso.
La investigación evaluará “hasta qué punto el Ministro de Defensa y otros altos funcionarios del Ministerio cumplieron las políticas y procedimientos relativos al uso de aplicaciones comerciales de mensajería con fines oficiales”, reza la nota publicada el 3 de abril. “Además, examinaremos el cumplimiento de los requisitos de clasificación y conservación de documentos”, dice el memorando, que añade que la investigación fue impulsada por una petición de los dos miembros de mayor rango del Comité de Servicios Armados del Senado, uno republicano y otro demócrata.
Destitución del director de la NSA, según varias fuentes
El grupo fue creado a mediados de marzo por el consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, que atraviesa un momento difícil. Según la prensa, ha creado una veintena de grupos de este tipo y también ha utilizado el correo electrónico privado para hablar de asuntos gubernamentales.
Además, ha tenido que despedir a varios miembros de su equipo. Al parecer, no se trata de una consecuencia directa del asunto. Sino más bien una cuestión de lealtad, un valor cardinal para Donald Trump.
La decisión se produjo al día siguiente de la visita a la Casa Blanca de la activista de extrema derecha y adepta de las teorías conspirativas Laura Loomer. Según varias fuentes, atacó a una decena de miembros del equipo de seguridad nacional delante de Donald Trump y Mike Waltz, que intentaron defender a sus hombres. Obviamente en vano, lo que puede ser un indicio de la fragilidad de su posición.
Por otra parte, el director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Timothy Haugh, y su adjunta, Wendy Noble, fueron destituidos el jueves 3 de abril, según funcionarios estadounidenses.
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