Unos 30 jefes de Estado Mayor de la Unión Europea se dieron cita en París al margen del Foro de Defensa y Seguridad para analizar, en presencia del mandatario francés, las garantías de seguridad para Ucrania con miras a un eventual alto el fuego, así como la seguridad del continente. Rearmarse es prioritario, al igual que afrontar los cambios estratégicos globales que implica la desvinculación de Estados Unidos. Informe de Franck Alexandre, especialista en defensa de RFI.
No es habitual reunir en torno a una misma mesa a 30 jefes de Estado Mayor de la Unión Europea, así como representantes de Reino Unido y Turquía. Pero es una señal de la inquietud que genera Rusia, en particular después de que los europeos fueran excluidos de las negociaciones entre Washington y Moscú sobre la guerra en Ucrania.
Por ello, los europeos aprovecharon la celebración del Foro de Defensa y Estrategia en París para hacer oír su posición. Esta puede resumirse en una sola frase: no hay marcha atrás en el apoyo a Ucrania.
"La seguridad del continente está en juego, pero para garantizarla se necesita credibilidad", advierte el especialista francés en geopolítica Nicolas Tenzer. "Estamos en una situación en la que es victoria o derrota. Es todo o nada, lamentablemente. Esto significa rearme, rearme y más rearme. También prepararse para suplir a Estados Unidos, un país en declive. Además, hay que ser cautelosos con la propaganda y aclarar, cada vez que sea posible, que no estamos en una guerra entre la OTAN y Rusia ni en el inicio de la Tercera Guerra Mundial. Se trata, más bien, de resistir y, llegado el momento, expulsar a las fuerzas rusas de los territorios que no les pertenecen", concluye Tenzer.
De la autonomía estratégica nacional a la cooperación europea
Ante un posible repliegue de Estados Unidos, Europa debe construir su autonomía estratégica, un concepto clave para Francia. Pero para ello es necesario conciliar dos enfoques doctrinales, explica David Behar, director adjunto del Centro de Análisis, Previsión y Estrategia del Quai d’Orsay: "Hay que pasar de una autonomía estratégica nacional a otra que combine esfuerzos con la cooperación europea. Pero Francia aún debe hacer un cambio de paradigma en sus ciclos de adquisición y planificación de equipos, integrando a sus socios europeos. Del otro lado, estos países deben aceptar la idea de priorizar la industria europea por encima de la estadounidense", apunta.
Europa no puede quedarse atrás en el ámbito espacial
Tras la reunión con los jefes de Estado Mayor, los ministros de Defensa de Polonia, Italia, Alemania, Reino Unido y Francia—en el marco del E5—delimitaron las áreas críticas que Europa debe reforzar en su rearme.
El ministro francés de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, se mostró claro al respecto: "La primera área crítica es la defensa antiaérea, clave no solo en la guerra de Ucrania, sino también en los conflictos en Oriente Medio. Esto va desde las defensas de alto nivel hasta la lucha contra drones. Hay iniciativas en marcha, pero avanzan demasiado lento. La segunda es el ámbito espacial: el riesgo de que Europa pierda terreno es inmenso, especialmente por su dependencia de Starlink. Y por último, está la cuestión de las municiones y la alerta temprana, es decir, la capacidad soberana de detectar el lanzamiento de misiles desde Rusia o Irán. Comprender esta amenaza es una prioridad en nuestra agenda", sostiene Lecornu.
Los cambios estratégicos obligan a Europa a acelerar sus decisiones. En las próximas dos semanas, 15 ministros de Defensa europeos se reunirán con el objetivo de definir una nueva arquitectura de seguridad para el continente.
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