La decisión del Gobierno francés de rendir homenaje al Papa Francisco poniendo la bandera a media asta es cuestionada por legisladores franceses de izquierda, que ven un trato preferencia hacia el culto católico. El primer ministro, François Bayrou, se había opuesto en su momento a este gesto con la muerte de Juan Pablo II, pero ha cambiado de opinión.
“Tras la muerte del papa Francisco, el Gobierno ha decidido que las banderas ondeen a media asta en los edificios públicos el día de su solemne funeral”, ha indicado la oficina del primer ministro francés, François Bayrou.
Esta decisión no es del agrado de todos, empezando por el diputado de izquierda Alexis Corbière (ex miembro del partido La Francia Insumisa). "Estoy totalmente en desacuerdo, porque el laicismo tiene principios. Es normal que el jefe del Estado rinda homenaje al Papa. Pero no hay que adoptar una forma de laicismo de geometría variable, según la cual, cuando muere una autoridad religiosa, las banderas ondean a media asta, pero no se hace lo mismo con las demás confesiones", protestó el diputado por Seine-Saint-Denis el martes por la noche en declaraciones a la radio Franceinfo.
“Si el Dalai Lama muere mañana, por supuesto que las banderas no ondearán a media asta, del mismo modo que para una autoridad musulmana o judía", argumentó.
En el mismo sentido opinó el senador comunista Pierre Ouzoulias, que denunció en X una decisión “vergonzosa para nuestra República laica”. “Pensemos lo que pensemos del Papa Francisco, la República no tiene nada que hacer rindiendo homenaje al jefe de la Iglesia católica. El Estado en su casa, la Iglesia en la suya", se sumó Matthias Tavel, diputado de La Francia Insumisa.
Quien ha cambiado de opinión sobre cómo debe actuar Francia ante la muerte de un papa es el primer ministro. Cuando en 2005 falleció Papa Juan Pablo II, Bayrou se opuso a bajar las banderas a media asta al considerar que “no se ajustaba a la distinción que debe hacerse entre convicciones espirituales y opciones políticas y nacionales”, según un artículo publicado entonces en el diario Le Monde. Y criticó la decisión del primer ministro de entonces: “Yo no habría tomado una decisión semejante”, aseguró.
Por su parte, el presidente Emmanuel Macron asistirá al funeral del Papa Francisco.
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