Mientras algunos países europeos ejercen presión sobre Israel para buscar una solución de dos Estados, el ex-canciller israelí Shlomo Ben Ami, de 81 años, estima que este plan es un mero 'lema' y propone, más bien, presionar no solo a Israel, sino también a Hamás, por ejemplo expulsándolos de Qatar.
RFI. Shlomo Ben Ami, usted fue ministro israelí de Relaciones Exteriores de Israel durante seis meses cuando era primer ministro Ehud Barak, en el año 2000. Ha sido profesor y escritor. Israel enfrenta crecientes condenas internacionales por la crisis humanitaria provocada por la guerra en Gaza, donde la ONU advirtió que la población está en riesgo de hambruna. También hay gobiernos, como el francés, que apoyan el plan de dos Estados. ¿Qué piensa de esta solución para el conflicto?
Que hablar de esto, cada vez que se evoca Palestina, es una especie de reflejo automático. Pero parece que no se enteran de que la solución de dos Estados ya ha muerto. Eso no existe y no va a existir. Hay que saber leer la realidad en su complejidad, en lugar de repetir lemas. Por eso algunos países pierden credibilidad: porque repiten algo que no tiene ningún asidero en la realidad. No tiene ninguna relación con lo que pasa sobre el terreno. Dudo que los árabes tomen en serio a los países que proponen esto, porque saben muy bien que eso no va a ocurrir. No hay tal solución de dos Estados. No existen las condiciones. No hay interlocutores. No hay socios en ninguno de los dos bandos. E incluso cuando los había, no se pudo llegar a esa solución. Así que habrá que pensar de una manera nueva, fresca. Hay que imaginar nuevas soluciones que, a lo mejor, sí podrían dar salida a esta situación, y no repetir ese eslogan ad nauseam.
RFI. ¿Podría la comunidad internacional aportar una contribución mayor para solucionar este conflicto?
Ningún gobierno o país que se sienta bajo una amenaza existencial, tenga o no tenga la razón, respetará nunca lo que quiere la denominada “comunidad internacional”. Nunca. La impotencia de la comunidad internacional es de sobra conocida. La comunidad internacional no puede resolver absolutamente nada en ningún lugar, no solo en Palestina. ¿Ha resuelto algo en Ucrania? Cuando la comunidad internacional afrontó un problema en los Balcanes, tuvo que bombardearlo. Europa no lo bombardeó. Tuvieron que apelar a Estados Unidos para que lo hiciera. La comunidad internacional está en bancarrota. Esa es la simple realidad. Y no solo en el caso de Israel y Palestina. Lo que está pasando es triste. La guerra es triste. El precio que se está pagando es triste. Es triste la impotencia de la comunidad internacional y la falta de soluciones.
RFI. ¿Qué hacer entonces?
No estaría mal que aquellos que critican a Israel también ejercieran la presión necesaria sobre Hamás. No solo presionar a Israel, sino también a Hamás. Hasta el momento, la comunidad internacional no lo ha conseguido. Deberían intentar presionar también a Hamás. Por ejemplo, expulsarlos de Qatar. Decirle a Hamás: 'Si vosotros no paráis esta guerra, si no os rendís y salís de Gaza, no habrá más oficina de Hamás en Doha. No habrá apoyo político para ustedes'. Deberían hacer exactamente lo que están haciendo con Israel. Que intenten hacerlo con Hamás. A lo mejor eso puede ayudar en algo —concluye.
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