El Secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha ordenado al Comando Cibernético de Estados Unidos que detenga las operaciones cibernéticas contra Rusia. Un nuevo paso en el acercamiento entre Estados Unidos y Moscú.
El Comando Cibernético fue creado en 2010 para responder a las ciberamenazas rusas. Se trata de una fuerza de varios miles de operativos informáticos que llevan a cabo misiones ofensivas y defensivas en nombre de Estados Unidos, pero que también se despliegan para apoyar a los aliados estadounidenses contra las amenazas cibercriminales. Por ejemplo, en Ucrania, antes de la invasión rusa de 2022, para ayudar a Kiev a prepararse ante la avalancha de ciberataques procedentes de Moscú.
Hoy, esta suspensión de las operaciones compromete el acceso estadounidense a las principales redes rusas, justo en el momento en que se celebran negociaciones bilaterales entre Moscú y Washington sobre el futuro de Ucrania. En esta batalla diplomática, esta suspensión es una apuesta arriesgada.
La guerra híbrida rusa
Rusia está acusada de librar una guerra híbrida contra Europa y Estados Unidos. Por lo tanto, una pausa en las operaciones cibernéticas aumenta la vulnerabilidad de los occidentales.
Pero para Donald Trump, Rusia ya no es una amenaza. “Deberíamos pasar menos tiempo preocupándonos por Putin y más por los inmigrantes para no acabar como Europa”, sostuvo en las últimas horas.
Este giro, decidido sin consultar a los europeos, los ha dejado en un estado de desconcierto, ya que durante décadas han delegado en Washington la responsabilidad de su seguridad y protección. Rusia es acusada regularmente de librar una llamada guerra híbrida contra los países occidentales, en particular para socavar su apoyo a Ucrania, mediante operaciones físicas clandestinas y acciones en los ámbitos inmaterial, cibernético o de la información.
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